Los productos orgánicos están cada vez más presentes en supermercados, tiendas especializadas y mercados locales. Se asocian con prácticas sostenibles, mayor respeto al medio ambiente y beneficios para la salud, pero ¿cómo puedes estar seguro de que un producto es verdaderamente orgánico?
En este post de Fundación Caja Rural, te explicamos qué significa realmente esta etiqueta, qué certificaciones existen, qué requisitos deben cumplirse y cómo distinguir entre términos como orgánico, biológico y ecológico.
¿Qué son los productos orgánicos?
Los productos orgánicos son aquellos que han sido cultivados o elaborados sin el uso de pesticidas sintéticos, fertilizantes químicos, organismos genéticamente modificados (OGM), antibióticos ni hormonas de crecimiento.
En agricultura, esto implica respetar los ciclos naturales de la tierra, favorecer la biodiversidad y mantener la fertilidad del suelo mediante técnicas naturales como la rotación de cultivos o el uso de abonos orgánicos.
En el caso de los productos de origen animal, estos deben proceder de animales criados en libertad, alimentados con pienso ecológico y cuidados sin medicamentos químicos preventivos.
La producción orgánica se rige en el principio de cultivar alimentos sin usar pesticidas sintéticos, fertilizantes químicos, organismos genéticamente modificados ni antibióticos, promoviendo métodos naturales que respeten el equilibrio ecológico y la salud del suelo.
Certificaciones de productos orgánicos
En Europa, los productos orgánicos se identifican mediante el logotipo ecológico de la Unión Europea conocido como eurohoja, una hoja verde formada por estrellas blancas que garantiza
el cumplimiento de la normativa europea de producción ecológica.
Este distintivo asegura que los productos han sido certificados por las autoridades competentes según los estándares establecidos a nivel comunitario.
En Castilla y León, esta certificación es responsabilidad del Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León, que cuenta con personalidad jurídica propia, autonomía económica y carácter sin ánimo de lucro.
El CAECyL actúa como Autoridad Pública de Control certificando que sus operadores cumplen la normativa europea vigente y manteniendo un directorio público de productos certificados disponible bajo solicitud.
Además del logotipo de la UE, pueden encontrarse otros sellos y certificaciones nacionales o privadas, como:
- Ecocert (Francia)
- Soil Association Organic (Reino Unido)
- Demeter (para productos biodinámicos)
- Bio Suisse (Suiza)
Estas certificaciones son otorgadas por organismos independientes tras auditorías periódicas. El etiquetado también debe indicar el código del organismo de control y el origen de las materias primas, por ejemplo: “Agricultura UE / no UE”.
Requisitos para que un producto sea orgánico
Para que un producto pueda llevar la etiqueta de orgánico en la UE, debe cumplir varios requisitos establecidos en el Reglamento (UE) 2018/848:
- Al menos el 95% de los ingredientes deben ser de origen orgánico.
- No puede contener ingredientes modificados genéticamente (OGM).
- No se permite el uso de pesticidas, fertilizantes o aditivos químicos sintéticos.
- En productos transformados, como panes, zumos o cereales, solo se permiten ciertos aditivos naturales y en cantidades limitadas.
- La trazabilidad debe estar garantizada en toda la cadena de producción y distribución.
Las empresas que deseen comercializar productos como orgánicos deben obligatoriamente registrarse y someterse a inspecciones periódicas realizadas por organismos autorizados de competencia autonómica, ya que cada comunidad autónoma tiene la responsabilidad de controlar y supervisar la producción ecológica que se desarrolla en su territorio.
¿Cómo saber si un producto es 100% orgánico?
Un producto se considera 100% orgánico cuando todos sus ingredientes, incluidos los aditivos, aromas o estabilizantes, provienen de producción orgánica certificada. En el etiquetado, esto puede aparecer como:
- “100% orgánico”
- “Procedente de agricultura ecológica”
- O el logotipo de la UE sin indicación de ingredientes no ecológicos
Si un producto contiene menos del 95% de ingredientes orgánicos, no puede utilizar la etiqueta “orgánico” en la denominación principal, aunque sí puede indicarlo en la lista de ingredientes. Leer la etiqueta cuidadosamente y verificar el código del organismo certificador es clave para asegurarse de su autenticidad.
Diferencia entre orgánico, biológico y ecológico
En Europa, los términos “orgánico”, “ecológico” y “biológico” son sinónimos legales y se utilizan indistintamente en función del idioma:
- “Orgánico” se usa principalmente en inglés y español.
- “Bio” es común en francés, alemán e italiano.
- “Ecológico” es frecuente en español y portugués.
Todos estos términos hacen referencia al mismo tipo de producto, es decir, aquel que cumple con la normativa europea de producción ecológica. La elección del término depende del mercado y del idioma, pero ninguno tiene mayor nivel de exigencia que otro.
Lo que sí debes tener en cuenta es que algunos productos pueden usar estos términos como parte de la marca o en el diseño del envase sin estar certificados. Por eso, es imprescindible buscar siempre el logotipo oficial y comprobar el organismo certificador.
¿Cuál es el estado actual de la agricultura orgánica en Europa?
La agricultura ecológica en Europa ha experimentado un notable crecimiento en la última década. Según datos de Eurostat, en 2023, aproximadamente el 10,5% de la superficie agrícola útil de la UE estaba dedicada a cultivos ecológicos. Austria, Estonia y Suecia encabezan el ranking con los mayores porcentajes de tierra orgánica.
La estrategia “De la Granja a la Mesa”, parte del Pacto Verde Europeo, establece como objetivo que el 25% de la superficie agrícola de la UE sea ecológica para 2030. Esta política impulsa subvenciones, investigación y formación para agricultores, así como campañas de sensibilización para consumidores.
Sin embargo, el crecimiento enfrenta retos como el encarecimiento de costes, la necesidad de mayor demanda y la competencia con productos convencionales más baratos.
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