El consumo energético es un tema en boga en los últimos tiempos. Tanto por las políticas que se están siguiendo sobre energía eléctrica y la preocupación mundial por la contaminación. En esta ocasión, vamos a hablar de un tipo de contrato eléctrico pensado para ahorrar y contaminar menos.
Os vamos a contar qué son los contratos PPA, los tipos que hay y sus beneficios. A partir de los datos que os daremos, podéis plantearos si es una opción real y viable para vuestras empresas. Es una opción que se está poniendo de moda en España.
¿Qué es un contrato PPA?
Lo primero, saber exactamente de qué se trata. Como habréis adivinado, son siglas. PPA significa Power Purchase Agreement. Un contrato PPA Es un acuerdo de compraventa de energía. Los actores son un generador y un cliente o comprador. La particularidad que tiene este contrato es que la duración suele ser a largo plazo, con duraciones de 5 o 10 años.
Los compradores pueden ser comercializadoras eléctricas, empresas u organizaciones. Las primeras compran para revender la energía a clientes finales. Una particularidad que tiene este tipo de energía es que proviene de fuentes de energía renovable (eólica, fotovoltaica, etc).
Beneficios que aporta
Por una parte, como acabamos de contar, la energía de los contratos PPA proviene de energías renovables. De esta forma, es energía que ayuda y fomenta la ecología y previene la contaminación. Por otra, en el aspecto económico, aporta beneficios tanto para el comprador como para el vendedor. Este contrato fija un precio para toda la duración del trato, por debajo del precio del mercado. Así, el comprador consigue un precio barato por la energía durante años. El generador, de esta manera, consigue fijar ingresos sin miedo a la volatilidad del mercado durante años.
Además, todos estos ingresos permiten al generador invertir en nuevas infraestructuras y mantenimiento de sus máquinas. También pueden planificar su estructura de costes a largo plazo. Respecto a los compradores, este tipo de contratos también les ayudan a cumplir sus objetivos de sostenibilidad. Este tipo de contratos, por si fuera poco, aseguran una fuente de energía fiable y permiten ahorrar en gastos e inversiones.
Tipos de contratos PPA
Estos contratos se pueden dividir atendiendo a varios factores. Tanto por ubicación como por modo de entrega.
Por ubicación
PPA – On Site: la maquinaria necesaria para la puesta en marcha del suministro de energía renovable se hace en las instalaciones del cliente. Por tanto, las conexiones se hacen en la propia red interna del beneficiario de la energía.
PPA – Off Site: la instalación eléctrica se hace fuera de las instalaciones del cliente. De esta manera, únicamente recibe la energía contratada, sin más instalación. La energía suministrada puede o no estar cerca del cliente.
Además, hay otro tipo de PPA que se negocia y cumple de forma virtual. De esta forma, se fija un precio por la energía entre el generador y el cliente, pero este último no recibe directamente nada de suministro eléctrico.
Por modo de entrega
PPA físico: en este modo existe una entrega física del suministro eléctrico. La instalación eléctrica renovable está conectada con el consumidor de la energía a través de cables. Sin embargo, esta electricidad no pasa por una red eléctrica. Esta entrega física se hace mediante líneas directas que no forman parte de la infraestructura de distribución.
PPA financiero: contrato donde el comprador adquiere los derechos del suministro a un precio más bajo que el marcado por el mercado con la propia red eléctrica. Son las más populares en España por la flexibilidad de su estructura. Son muy atractivos para las comercializadoras por reflejar en el contrato de cobertura del precio el ajuste en las diferencias entre productor y consumidor.
En definitiva, es una opción muy interesante a tener en cuenta, tanto por el ahorro directo en suministro eléctrico, como por las ventajas que puede suponer apostar por energías renovables. Si tienes este tipo de contrato en tu empresa, déjanos tu opinión por aquí o por redes sociales.