Otoño es de esas estaciones que te pueden volver loco/a. Tienes que salir de casa con varias capas de ropa que, según la hora del día, van menguando o creciendo, según caprichos del día. También depende de ciudades, pero seguro que todos coincidimos en que lo mejor para acabar el día es echarte la manta por encima y ponerte una película al calorcito.
Este periodo tiene sus propios colores; los marrones de las hojas caducas que tiñen el suelo, el gris del cielo amenazando con llover en cualquier momento, o la oscuridad de esta estación en la que la noche dura más. Por eso queremos arrojar un poco de luz con unas recetas. Como queremos que participéis tanto grandes como pequeños, serán recetas fáciles y muy ricas.
Recetas para este otoño
Crema de calabaza
Una cremita bien caliente en un día de estos que no sabes ponerte una cazadora, un chubasquero o ambos, siempre entra bien. Y si es de calabaza, con su sabor tan suave y aromático, más. Necesitaremos 600 gramos de calabaza, un puerro grande, dos patatas, una cebolla, cinco zanahorias, 50 ml de aceite de oliva virgen extra, un litro de agua y sal.
Comenzamos pelando el puerro y troceándolo en dos (usaremos la parte blanca). Lo meteremos en una cazuela grande con dos cucharadas de aceite para pocharlo. Pelamos la cebolla en dados que irán a la cazuela con el puerro. Removemos durante cinco minutos a fuego lento hasta pocharlo bien. Mientras, lavamos y pelamos calabaza, zanahorias y patatas. Cortamos las patatas en trozos pequeños y lo añadimos a la cazuela con lo que ya tenemos. Echamos sal al gusto.
Cortamos las zanahorias en trocitos o picamos en batidoras. Cuanto más pequeños, mejor se harán. Cortamos la calabaza y la picamos bien o pasamos por batidora como las zanahorias. Echamos todo a la cazuela durante 15 minutos. Añadimos un litro de agua y lo dejamos cocer todo hasta que esté blando, unos veinte minutos (a fuego medio o alto). Por último, trituramos todo en batidora hasta conseguir la textura cremosa, ligeramente espesa. Durante la batida, vamos probando el punto de sal.
Croquetas de jamón
¡Un clásico que no puede faltar! Es cierto, no nos hemos arriesgado mucho. Las croquetas se pueden comer sea inverno, verano, primavera u otoño. Pero no me digas que en esta estación no entran bien. ¿Que cómo se hacen? Pues necesitaremos 600 ml de leche entera, una cucharada sopera de mantequilla, otra cucharada sopera de harina de trigo, jamón ibérico muy picado, dos huevos cocidos, otros dos sin cocer y pan rallado.
Lo primero, ponemos mantequilla y harina en la sartén a calentar mientras cortamos en trocitos el taco de jamón. Cuando se funda lo primero, vertemos la mitad del jamón junto con chorritos de leche, que dejaremos poco a poco que vaya absorbiendo la masa. Ojo con la sal, quizá el jamón sea suficiente. Una vez vertida toda la leche y haya espesado la bechamel, echamos los huevos duros previamente picados en trocitos pequeños. Cuando esté lista la mezcla, soltará burbujitas.
Una vez hecha la bechamel, hacemos la forma de la croqueta con la crema, la envolvemos en huevo batido y en pan rallado, y lo freiremos en aceite muy caliente. Haz tandas de croquetas en función de que puedan girarse bien sin romperse. Una vez hechas, ¡espera un poco! Tienen que enfriarse.
Bizcocho de yogur
Este clásico para iniciarse en la repostería que, además de ser muy rico y esponjoso, es muy fácil de preparar, ya que las medidas las tomaremos de un vasito de yogur como referencia. La base que usaremos para hacer esto es aceite, azúcar y harina, de los cuales usaremos 1 vasito para el primero, 2 para el segundo y 3 para el tercero. Precalentaremos el horno a 180ºC y untaremos el molde con mantequilla.
Además, usaremos un yogur natural o de sabor limón, tres huevos, medio sobre de levadura química, mantequilla para el molde y, opcionalmente, ralladura de limón. Usaremos un bol para poner el contenido vasito de yogur, añadimos los tres huevos y las medidas de aceite y azúcar para batir bien todo.
En otro recipiente, mezclaremos la harina con la levadura para conseguir un resultado homogéneo. Incorporamos la harina sobre el bol mientras batimos. En este punto es donde podemos añadir la ralladura de limón. Volcamos el contenido en el molde y dejamos que se hornee durante 35 minutos. ¡No seáis ansiosos! No abráis la puerta del horno, pues puede caer nuestro bizcocho. Una vez transcurrido el tiempo, hay que comprobar si ya está hecho. Si metes una brocheta de madera y sale limpia, estará ya listo nuestro manjar.
Esperamos que hayáis disfrutado de estos primero, segundo y postre para disfrutar el otoño. Si os animáis a hacerlas, mencionadnos en las redes. ¡Os leemos! #ValoresPorEncimaDelValor