Da igual si acabas de empezar curso en la ESO, Bachillerato u otros estudios superiores. El año académico ha comenzado y hay que dar lo mejor de ti desde el minuto 1. Si la otra semana ya hablamos de cómo ahorrar siendo estudiante, qué mejor que continuar con consejos para facilitaros la vida.
Técnicas de estudio hay muchas y muy eficaces, sí, pero no nos engañemos, todas requieren mucho esfuerzo. No existe un método mágico para aprender, y cada persona necesita su propio tiempo, pero con estos consejos, ese tiempo estará invertido de forma óptima.
Técnicas de estudio para sacar un 10
Seguro que algunas de estas técnicas ya las utilizas de por sí para estudiar, ya sea de forma inconsciente o porque no has conocido otra forma. Te adelantamos que esto está bien, ya que facilitan la memorización de textos. Además, combinarlas puede contribuir a optimizar todo el tiempo que inviertas en estudiar. De esta forma, puedes llegar a necesitar menos tiempo para adquirir unos conocimientos concretos.
1. Organización
Lo principal, prepara el entorno. Ten todo recogido, y a tu alcance sólo los materiales indispensables. Prepara también el tiempo de estudio que necesites, apuntando en un cuaderno o agenda qué temas quieres repasar y poniendo alarmas para los descansos.
2. Subrayar contenido
Esta, de las más básicas (sí, estás pensando que esto ya lo sabías, pero no te preocupes y sigue leyendo) que se puede recomendar. Asegúrate de leer más de una vez el texto para contextualizar cada frase y decidir cuál es la más importante. Es una de las técnicas de estudio más básicas pero eficaces.
3. Resúmenes
Una vez tengas las ideas principales subrayadas, reúnelas en un solo documento. Éste, mejor a mano que por ordenador (facilita el aprendizaje). Debe contener todas las ideas principales que has subrayado previamente. Cuídalo como un tesoro, es una porción de conocimiento muy grande en un formato muy pequeño. Además, en el proceso de haber redactado el resumen, es probable que hayas aprendido mucho del temario.
4. Mapas mentales y reglas mnemotécnicas
Los mapas mentales son ideas básicas y generales que tienden a términos mucho más concretos y específicos. Las reglas mnemotécnicas tratan de asociar términos que hay que memorizar en el estudio con términos cotidianos que nos sean familiares. Por ejemplo, coger cada primera letra de lo que tenemos que estudiar y formar una palabra real que conozcamos. De esta forma, es mucho más fácil acordarse.
5. Pruebas prácticas y tests
Si tu profesor/a ha puesto a vuestra disposición pruebas y tests que podéis realizar por tu cuenta, ¡aprovéchalo! Es una buena manera de medir el conocimiento adquirido y tener un baremo con el que saber si se puede aprobar con lo aprendido. Si no existen estas pruebas, no te preocupes. Sin leer más, coge títulos de apartados del libro al azar y desarróllalos, o pide a algún familiar o amigo que revise el libro y prepare alguna pregunta.
6. Método Pomodoro
Seguro que alguna vez has oído que alguien ha utilizado este método de estudio. Y no es para menos, ya que es muy efectivo. Consiste en intercalar periodos de estudio con pequeños periodos de descanso. Por cada 25 minutos de estudio (llamados pomodoros) tendríamos derecho a cinco minutos de descanso. Por cada cuatro “pomodoros”, podríamos tener un periodo de descanso de 25 o 30 minutos. De esta manera, lo ideal sería ir alternando de asignaturas en cada “pomodoro” o en cada dos. Así, somos más conscientes del tiempo que tenemos y no tendemos a perderlo o divagar.
7. Exponer
Ya sea ante tu familia o amigos, o ante el espejo, exponer tus conocimientos sirve. Practicar una exposición, a diferencia de escribirlo y tener más tiempo para pensar, te permitirá saber si las ideas que albergas están bien ordenadas y completas en tu cabeza. Así, serás plenamente consciente de lo que tienes que repasar, cuáles son tus puntos fuertes y cuáles los débiles.
8. Fichas de estudio
Para asignaturas con datos muy concretos (fechas, hechos, fórmulas, etc) crear fichas con información muy concreta que podamos tener muy a mano puede resultar útil. No es un resumen, ya que puede que contenga un conocimiento desarrollado de un aspecto muy concreto, mientras que en un resumen se recoge mucha información general poco desarrollada. Crear fichas de estudio simplifica mucho el proceso de adquirir datos que a priori pueden resultar más tediosos.
¿Tienes métodos de estudios distintos? ¿Has utilizado alguno de los que te hemos enseñado y te ha servido? Háznoslo saber en comentarios en redes sociales. Haz fotos y etiquétanos, ¡te leemos!