Cultivar dentro de un edificio y con una bata de laboratorio es una realidad. La reducción de suelo explotado por la agricultura intensiva así como la calidad de los productos son los principales objetivos de un enfoque no tradicional. La agricultura vertical es un sector impulsado por emprendedores tecnológicos que permite plantar cultivos en edificios de varios pisos por técnicas como aerponía. Una tecnología en la que las pantas no necesitan la tierra para crecer, y lo hacen a través del calor de la luz artificial y la humedad. El funcionamiento es parecido al de un invernadero.
Los factores ambientales se adaptan o acondicionan para optimizar el crecimiento y la producción de cultivos. Se pueden utilizar contenedores perforados en los que se coloca la raíz hacia el centro. Además de instalar un sistema de aspersión y utilizar luz LED. De esta manera, no se absorbe el agua y no necesita a tierra y aumenta el nivel de oxigeno. El resultado es más rápido y sano.
En Europa y en nuestro país, la agricultura tradicional tiene un gran peso. Sin embargo, algunas compañías ya han optado por trabajar el cultivo vertical. Por ello, en el blog de Fundación Caja Rural te contamos en qué consiste la agricultura vertical, una técnica de cultivo de presente y futuro.
El uso de la tecnología es fundamental
La gran diferencia de la agricultura vertical y la agricultura convencional es el uso de la tecnología. Sin ella, esta técnica no podría existir. Para llevarla a cabo, se necesitan profesionales del sector. Hay que analizar datos, supervisar y mejorar los sistemas y trabajar los cultivos. Es indispensable la mano de obra cualificada. La automatización consigue unas cosechas más homogéneas durante todo el año sin importar la climatología. Lo que permite cubrir las necesidades alimenticias de la población y ayudar a recuperar el uso del suelo.
Como se puede comprobar, la transformación tecnológica continúa afectando a la agricultura, como en cualquier otro sector. Sin embargo, es cierto que todavía tardará unos cuantos años en instaurarse en la mayor parte de países.
La primera granja vertical que ha operado comercialmente en Europa es holandesa. En España ya hay varios proyectos de agricultura vertical en marcha. Cerca de Madrid, una empresa reinventa los huertos verticales para llevar productos más frescos a la ciudad. Otro ejemplo es la creación de invernaderos en azoteas de los edificios. Esta aprovecha el agua de la lluvia y el calor y el frío de los edificios. Si vamos a Galicia, otra compañía asienta sus cultivos sobre un soporte en el que gracias a una bomba pasa el agua constantemente.
Ventajas y características de la agricultura vertical
Algunos estudios muestran que la sobrexplotación de las capacidades del suelo está generando una importante perdida en el rendimiento de las producciones. Por ello, reducir y frenar la erosión del suelo se ha convertido en una tarea pendientes de la sociedad global. El enfoque de la agricultura vertical persigue lograrlo a través de las ventajas que ofrece.
- Reducción del espacio para la producción de alimentos: la agricultura vertical da un paso a los ambientes urbanos para cultivar. El suelo fértil cada vez es menor y la demanda de alimentos no deja de crecer acorde con la población mundial. Por ello, se necesitan producciones mayores para satisfacer la alimentación.
- Resultados más rápidos: el acondicionamiento de las propiedades ambientales ha demostrado que aumenta más de un 40% la producción convencional.
- Reducción de costes porque la tecnología LED es cada vez más barata: algunos cultivos de la agricultura vertical combinan la luz natural y la artificial. Otros, en cambio, no pueden aprovechar el sol y disponen de iluminación LED.
- La producción no depende de las condiciones climatológicas: al cultivar en entornos cerrados, los resultados no se verán afectados por el tiempo, la localización ni la estación del año.
- Menos mano de obra pero más cualificada: a priori, no se necesitará tantas personas para atender los cultivos de esta técnica. Sin embargo, se centra en emprendedores tecnológicos.
- Cuidado del medio ambiente: la tendencia de la demanda de alimentos cada vez más naturales y con menos productos químicos sigue creciendo. Este tipo de agricultura permite tener productos locales y reducir la contaminación del transporte.