“Todos somos personas. Todos somos valiosos”.
Así comienza la Carta de derechos de las personas con discapacidad intelectual elaborada por los propios usuarios y familiares de la Asociación ‘Las Calzadas’. Y ese es el mensaje que quieren transmitir a la sociedad.
En sus casi 40 años de trayectoria esta asociación burgalesa ha trabajado, y trabaja, por mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y promover la igualdad y su inclusión en la sociedad como ciudadanos de pleno derecho que son.
Los tiempos han evolucionado y, con ellos, la forma de atención a estas personas. Conseguir la mayor autonomía y la capacidad de decisión de sus usuarios, es uno de los objetivos actuales de Las Calzadas. “Tenemos que pensar en las personas como generadoras de su propia vida, darles protagonismo y que elijan cómo quieren vivir”. Destaca Carmen Rojo directora del Centro de Día de la asociación.
Una atención personalizada
La Asociación Las Calzadas atiende a 40 usuarios adultos con diferentes necesidades. Para ello cuenta con un Centro de Día en el que semanalmente desarrollan varias actividades: desde habilidades sociales, laborales y de la vida diaria, hasta trabajos de estimulación y, por supuesto el ocio. “El ocio y el deporte es muy importante para ellos. Realizamos actividades físicas, artísticas como talleres de manualidades, pintura o teatro y formación en nuevas tecnologías que les encanta”, comenta Carmen.
Por su parte la Asociación también gestiona la Residencia ‘El Camino’, donde viven 17 personas y en donde, además, se fomentan las habilidades sociales y la vida en común, junto con programas de autonomía y salud y seguridad en el hogar.
Así, en base a conseguir esa autodeterminación individual, los programas que desarrollan están centrados en una atención personalizada para conseguir su bienestar. “Además de organizarlas desde el equipo de recursos humanos, muchas actividades las demandan ellos porque son temas que les interesan”, explica la directora del Centro de Día.
Y uno de esos temas es la reivindicación de sus derechos, los mismos que los de cualquier persona.
Desde el grupo de autogestores, un grupo de usuarios que representan a los 40 usuarios de la asociación, junto con familiares y profesionales han creado una Carta de derechos de las personas con discapacidad intelectual y deberes de la Asociación las Calzadas, con el objetivo de normalizar la convivencia entre todas las personas.
“Entre todos hemos refundido artículos del convenio de las Naciones Unidas adaptándolos a nuestra asociación. Ha sido un trabajo emocionante para todos porque les ha hecho reflexionar y les ha hecho verse como personas que tienen los mismos derechos que los demás, cosa que antes no se planteaba”, detalla Carmen Rojo.
La importancia de la formación laboral
Para desarrollar su proyecto de vida, la formación y la integración laboral también es importante. Por ello, Cajaviva Caja Rural ha firmado un convenio de colaboración con esta Asociación por el que ha entregado más de 9.000 euros destinados a talleres de formación para el mantenimiento de sus habilidades.
“Tenemos tres talleres: tejeduría, cestería y manipulado del cartón. Cada año tenemos que reforzar los conocimientos y esto requiere gastos de personal y de material, por lo que esta ayuda es muy valiosa”, agradece Carmen.
Los productos creados en estos talleres, especialmente en cestería y tejeduría, se comercializan en ferias artesanales de la ciudad como la feria del mimbre o la feria de participación ciudadana. También se pueden pedir por encargo directamente a la Asociación.
Por su parte, las piezas de cartón creadas en el taller de cartonaje se envían a una fábrica donde las utilizan como moldes. “Es el único servicio que externalizamos, pero todos estos talleres sirven para inculcarles las actitudes y capacidades laborales. Es una manera de entrar en el mercado laboral”, expresa Carmen Rojo.
Un futuro cada vez más cercano
Además de la implicación de todos los miembros de la Asociación (tanto el equipo humano, los familiares, los voluntarios y, como no, los propios usuarios) por mejorar su calidad de vida, Carmen explica que la sociedad también se está comprometiendo.
“Desde el Ayuntamiento se quiere fomentar la accesibilidad cognitiva para facilitar la comunicación y el conocimiento de estas personas. Por ejemplo, quieren establecer en los lugares públicos como monumentos, pictogramas para las personas con discapacidad, el sistema braille para los invidentes, etc. Aunque es un camino largo, es un paso muy importante porque se están empezando a hacer cosas”.
La dedicación y el esfuerzo de la Asociación Las Calzadas es un ejemplo de compromiso y de logro, al fin y al cabo: conseguir la igualdad cada vez está más cerca y es posible con ayuda de todos.