“Una discapacidad no dice nada del desempeño de esa persona en el trabajo”. Así comenzaba su intervención en la entrevista Jorge Cabria, administrativo que trabaja desde hace más de un año y medio en ASPAYM Burgos. Y al terminar la charla pudimos comprobar de primera mano lo ciertas que resultaban esas palabras.
Pese a tener una discapacidad física, Jorge cuenta con formación en administración y dirección de empresas y, a través de las prácticas realizadas en el grado, tuvo la oportunidad de incorporarse a este puesto de trabajo.
Ahora, junto con sus compañeros de ASPAYM, trabaja por conseguir que las empresas cambien su mentalidad y apuesten más por las personas como él. “El desconocimiento es la primera barrera a la que nos enfrentamos. Nuestro objetivo es sensibilizar a la gente para que consigan valorar más nuestras capacidades que nuestra discapacidad”.
Mejorar la vida de las personas con discapacidad
Pero, ¿qué es ASPAYM? ASPAYM Castilla y León es la Asociación de Personas con Lesión Medular y otras Discapacidades Físicas. Es una entidad de ámbito autonómico que cuenta con delegaciones territoriales en varias ciudades de la provincia, entre ellas Burgos.
La sede de Burgos ofrece un programa de rehabilitación integral con varios servicios: fisioterapia, neuropsicología, terapia ocupacional, logopedia y programas de empleo e inserción laboral. También cuenta con un centro de día recién abierto hace 2 meses para estimular el aprendizaje y la autonomía de los usuarios.
El objetivo de esta asociación, como reza su página web, no es otro que “promover la autonomía, la igualdad de oportunidades y derechos y el aumento de la calidad de vida de las personas con discapacidad física, que les permita una plena integración social y laboral“.
Y es que, en el apartado laboral en concreto, las personas con discapacidad física tienen bastantes dificultades para encontrar empleo. “Muchas empresas ven que al contratar una persona con discapacidad se van a encontrar con pegas o dificultades, creen que van a tener que hacer grandes inversiones para adaptar los puestos de trabajo y eso les tira mucho para atrás”, explicaba Jorge.
Es por eso, que Cajaviva Caja Rural firmó un acuerdo de colaboración con ASPAYM CyL para apoyar económicamente los proyectos de esta asociación encaminados a mejorar la empleabilidad de su colectivo.
Programas de orientación e intermediación laboral
Los programas de empleo que desarrolla ASPAYM tienen dos vertientes. La primera está dirigida a las personas con discapacidad en las que se da formación para encontrar trabajo y también tienen la oportunidad de entrar en la bolsa de empleo de la asociación a través de un plan individualizado de inserción laboral.
“En la bolsa de empleo tenemos 40 personas, algunas muy formadas con carreras y másteres y otra con menos formación. En nuestra trayectoria hemos conseguido empleo solo para cuatro personas, aunque ha habido gente que ha encontrado trabajo por su cuenta gracias a nuestro itinerario formativo. Aun así, todavía queda mucho por hacer”, destacaba Jimena Pérez técnico de empleo y trabajadora social de ASPAYM.
La otra vertiente es la destinada a los negocios. “Vamos a las empresas, les informamos de nuestro proyecto y les animamos a participar como empresas adscritas a nuestra bolsa de empleo. También, disponemos de un programa de asesoramiento técnico para ayudarlas a adaptar un puesto de trabajo”, detallaba Jimena.
A través del acercamiento a las empresas, Jorge comentaba que las cosas van mejorando, eso sí poco a poco, en el ámbito laboral para este colectivo. Especialmente en las grandes empresas, quienes, por ley, tienen la obligación de contar con un número de personas con discapacidad entre sus empleados.
“Muchas empresas grandes como se ven obligadas por la responsabilidad social, incorporan en su filosofía el contratar y el buscar esa adaptación del puesto de trabajo. Ven de esa obligación una oportunidad y te dan muchas facilidades siempre que cumplas con el perfil formativo que exigen, que es de lo que se trata. También cada vez más se apoyan en entidades como nosotros para que les asesoremos”.
Romper las barreras del desconocimiento
Jorge y Jimena coinciden en que el desconocimiento tanto por parte de las empresas como por parte de muchas personas con discapacidad es el principal obstáculo que se encuentran a la hora de ayudar a este colectivo.
“La sensibilización, la información y la formación son la clave para llegar a todo el mundo y mejorar la empleabilidad y la integración laboral de las personas con discapacidad”, puntualizaba la trabajadora social de ASPAYM. “Si pensamos en todos los tipos de discapacidades que existen también podíamos pensar en todas las capacidades que tenemos, porque todo el mundo tenemos carencias y virtudes”.
Y es que, todo es más sencillo de lo que parece. La contratación de personas con discapacidad no conlleva grandes esfuerzos técnicos y, además, las empresas reciben bonificaciones fiscales. “La discapacidad de una persona no supone un impedimento para la empresa. No hay que realizar una adaptación enorme, ni supone un desembolso de dinero, ni una complicación ni técnica ni de ningún tipo. Es mucho más fácil sobre el terreno que lo que la mayoría de la gente se puede hacer idea”, aclaraba Jorge.
Igualmente, Jorge también animaba a todo el colectivo de personas con discapacidad física que no encuentran trabajo, a que busquen la ayuda de centros como ASPAYM. “Lo importante es que nunca se den por vencidos, que sigan formándose e intentándolo y acudan a centros como nosotros. Existen muchas personas que por desconocimiento no saben que existen estos programas que pueden ayudar mucho. Se tarda, pero no es imposible”.
Este espíritu es el de una persona que, como bien él mismo expresaba, no se ha desanimado en su afán por trabajar de lo que siempre ha querido y que ha luchado por conseguirlo. Ahora su función es ayudar a las personas en su misma situación.