Fundación Atapuerca y Fundación Caja Rural aúnan esfuerzos intentando estirar en lo posible lo disponible y sabiendo que el coste actual de la investigación científica y tecnológica supera las aportaciones y buena voluntad. Los codirectores del equipo de investigación de Atapuerca esta misma semana, al inicio de la campaña de excavaciones, lamentaban la fuga de talento por falta de oportunidades. Por ello, con el ánimo de minimizar esa marcha de científicos, de nuevo ambas instituciones firman un convenio de colaboración que suman otros 11.000 euros que Fundación Caja Rural Burgos destina al Programa de Ayudas de Investigación de la Fundación Atapuerca, para la formación y desarrollo de jóvenes investigadores vinculados al Proyecto Atapuerca, con la dotación de la “Ayuda a la investigación FUNDACIÓN CAJA RURAL de la FUNDACIÓN ATAPUERCA”.
En esta ocasión, la investigadora beneficiaria de esta ayuda es Laura Martín-Francés Martín de la Fuente, que realiza su trabajo de investigación postdoctoral dirigido por la Dra. Martinón-Torres y coordinado por Dr. Bermúdez de Castro, titulado ‘Estudio de la proporción de los tejidos dentales en la especie homo Antecessor (Gran Dolina, Atapuerca)’.
Para Cajaviva la cultura se basa en un proceso de desarrollo y no en acciones aisladas. Por ello, nace la relación que une a Fundación Caja Rural con Fundación Atapuerca, que desde el principio ha generado su plan de trabajo desde la visión de la corresponsabilidad, la democratización de la cultura y el conocimiento desde todos sus ángulos. Esta fórmula de trabajo nos ha hecho conocer de primera mano aquello que investigan, divulgando también desde un punto de vista sencillo y atractivo sus descubrimientos y favoreciendo e impulsando una red de colaboradores que promueven esta investigación para que sea sostenible.
Según los datos de un reciente estudio desarrollado por el propio director general, basándose en datos oficiales de la Junta de Castilla y León, Ramón Sobremonte destacó que el impacto del Sistema Atapuerca en la economía burgalesa, entre 2009 y 2014, se traduce en una inyección de 92 millones al PIB de la provincia y la llegada de 190 mil turistas, valorando muy especialmente la capacidad del equipo investigador para concitar el interés de todos los agentes económicos y sociales en torno a uno de los motores más importantes de la Economía provincial.
De hecho, desde el año 2008, que comenzó esta colaboración entre ambas instituciones, Fundación Caja Rural Burgos ha aportado cerca de 130.000 euros a la Fundación Atapuerca para la ayuda a la investigación y, de alguna manera, aportar un granito de arena para que algún investigador pueda desarrollar su trabajo.
Asimismo, desde Fundación Caja Rural, se destacan los efectos económicos indudables sobre el desarrollo sostenible y la misma evolución de Burgos y su alfoz, en la última década. Años en los que ha contado con el apoyo de Caja Rural Burgos y Cajaviva, bien directamente o a través de su Fundación, y que han contribuido a posicionar a Burgos, y Castilla y León como referente histórico, cultural y patrimonial, al haber sabido hacer de Atapuerca un foco de desarrollo económico y convertirlo en un recurso de primer orden, no solo de conocimiento, sino también turístico.