Este martes 10 de junio ha tenido lugar una nueva edición de la jornada técnica organizada por la Fundación Caja Rural, con el objetivo de acercar la innovación agraria a los profesionales del sector primario. La cita arrancó en el Hotel Ciudad de Burgos, donde se celebró una charla técnica centrada en los avances en I+D+i aplicados al sector agroalimentario.
A continuación, los asistentes se trasladaron a los Campos de Ensayo que la Fundación impulsa en las localidades burgalesas de Zael y Cerratón de Juarros, para observar sobre el terreno el comportamiento de nuevas variedades de semillas.
Campos de Ensayo 2025: innovación agraria para un futuro sostenible
El programa de Campos de Ensayo forma parte del compromiso de Fundación Caja Rural con la formación técnica y la transferencia de conocimiento al sector agrario. A través de este proyecto, se experimenta con nuevas variedades de cereal y leguminosas, así como con técnicas más sostenibles de producción, adaptadas a las condiciones climáticas actuales. La finalidad es ofrecer a los agricultores información objetiva y contrastada que facilite la toma de decisiones en sus explotaciones.
En un contexto marcado por los retos del cambio climático, estos ensayos se convierten en un instrumento fundamental para garantizar la rentabilidad y sostenibilidad del campo, al tiempo que se potencia la innovación como motor de futuro para el medio rural.
Un esfuerzo conjunto con aliados clave
Durante la jornada, Javier Leal, responsable del Área de Agricultura de Fundación Caja Rural, estuvo acompañado por técnicos del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL), entidad con la que la Fundación colabora estrechamente para desarrollar y analizar los resultados de las pruebas realizadas. Gracias a este trabajo conjunto, se garantiza la validez técnica de los ensayos y la utilidad de los datos obtenidos.
La edición de este año, celebrada en los campos de Zael y Cerratón de Juarros, consolida la apuesta de Fundación Caja Rural por generar conocimiento útil, riguroso y de aplicación práctica, demostrando que el sector agroalimentario puede avanzar con paso firme hacia un modelo más resiliente, eficiente y respetuoso con el entorno.