Cajaviva Caja Rural y la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) presentaron un estudio que analiza las cargas administrativas de las empresas burgalesas. El informe, realizado por N&B Profesionales Asociados, estima que el coste total para las empresas burgalesas por las cargas administrativas rondaría los 140 millones de euros y alrededor de 4 millones de horas, es decir, 2.295 jornadas completas. Para un autónomo sin empleados, el coste mínimo anual rondaría los 1.400 euros, casi 120 euros al mes, y unas 250 horas. Para una mercantil Pyme con entre 10 y 50 empleados, serían 40.000 euros y más de 100.000 euros para las medianas empresas, pero baje el esfuerzo relativo en relación a la facturación.
No es una idea nueva. Antes de la Crisis y a nivel económico, la Unión Europea hizo una valoración de los beneficios económicos derivados de una reducción de cargas administrativas, estimando que aumentaría un 1,5% el PIB comunitario, lo que supondría al menos 150.000 millones de euros, casi tres veces más del rescate a la banca española. Ese estudio determinaba que para España el cumplimiento de las cargas administrativas, suponía un 4,6% del PIB nacional. Situación que llegaba al 7% PIB para el caso de las PYME’s.
Exceso de legislación
Ramón Sobremonte, director de Cajaviva recordó las palabras de Gay de Liébana, quien durante su participación en la Mesa de Actualidad Empresarial 2016 que celebró la entidad, afirmó que en nuestro país hay no 100 mil, sino 120.000 leyes en vigor, “Se molestó en contar las de los 10 mandamientos, y nos dijo que se escriben con 297 palabras frente a las 27.000 de la ley que regula en la UE la exportación de los huevos de pato” dijo Sobremonte
El director de Cajaviva, explicó que en nuestro país se rellenan más de 700.000 páginas cada año sólo con el contenido de los boletines oficiales de las distintas Administraciones. La Unión Europea, tampoco se queda corta, y generó 40.000 normas jurídicas desde el año 2000. Este exceso de regulación provoca “un impacto negativo muy significativo en productividad e innovación”.
Sobremonte explicó que las cargas administrativas “generan déficit de competitividad y un sentimiento de indefensión y desmotivación en el empresariado”. Entre otros ejemplos, puso la normativa de bienestar animal que obligó a las granjas avícolas a aumentar el tamaño de las jaulas de las aves. Las jaulas más pequeñas y ya fuera de la normativa, se exportaron a países más relajados en cuanto a este tipo de legislación. Países de los que España importa, más baratos, los productos avícolas que aquí no pueden producirse, sin que se aprecien diferencias de calidad en los mismos.
Reducción de cargas administrativas para generar una mejor competitividad empresarial
Asimismo, subrayó que es “imposible” conocer todas las normas que los empresarios tienen que cumplir. Sobremonte incidió en que es necesario “aplicar el principio de proporcionalidad” e imponer distintas obligaciones a grandes empresa y a pymes. Para Sobremonte la diversidad interpretativa, la imposición de requisitos desproporcionados, o los dilatados tiempos de respuesta obstaculizar la puesta en marcha de iniciativas interesantes.
Por ello el director general de Cajaviva incidió en la necesidad de que la administración adopte las medidas necesarias para aumentar su eficiencia y reduzca costes a todos, pero especialmente, a las empresas y a los emprendedores.
Por su parte, el presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE), Miguel Ángel Benavente, insistió también en esa idea del tamaño de las empresas y que cada vez el administrado soporta más cargas, no para reducir desequilibrios sino porque la administración se las deriva.
Entre otras conclusiones, el informe considera que una de las maneras más fáciles e inmediatas de impulsar la competitividad de las empresas europeas es reducir las cargas administrativas que les afectan, intervención que a veces les supone un ahorro considerable.