La Plaza Mayor de Burgos está compuesta de diferentes edificaciones. Cada una de ellas es única en su forma y color, por lo que hace que sea una colorida plaza. Pero hay una de ellas, además del ayuntamiento, que destaca en especial por su diseño creativo y además entraña un particular misterio: es la conocida como casa de Mercurio.
En 1907 el Arquitecto Lampérez Romea proyecta esta construcción en el actual número 16 de la Plaza Mayor, por encargo por parte las hermanas Magdalena y Concepción Blanco Bohigas. Destaca con respecto a sus aledaños porque se trata de un edificio modernista, estilo predominante en la época aunque con escasa representación en la ciudad de Burgos. Consta de una estructura de cinco plantas construida con piedra, ladrillo rojo y hierro. Cada piso cuenta con columnas formadas con la típica decoración floral del modernismo en sus capiteles. Además, los balcones son de hierro, material básico de este estilo arquitectónico.
Ya en la última planta, el modernismo se combina con toques neobarrocos. En su centro aparece un óculo con una escultura, la que le da el nombre a la casa. Sin embargo, a día de hoy nadie sabe con exactitud a quién representa esta escultura.
¿Realmente es el dios Mercurio?
Popularmente, es conocida como la casa de Mercurio, pues el busto parece representar al Dios romano del comercio, con un casco conformado por presumibles alas. Además, al estar situada en la plaza Mayor esta teoría cobra relevancia, pues es la plaza donde antiguamente se comerciaba.
Sin embargo, otras fuentes creen que puede representar a un vikingo porque atribuyen que el casco que porta tiene cuernos, elemento diferencial de esta cultura, en vez de alas.
Por otro lado, en el detalle del proyecto inicial, conservado en el archivo municipal de Burgos, vemos que la figura que corona la construcción no tiene nada de parecido en la que hoy en día vemos. En el boceto, la figura tiene unos rasgos más femeninos y un tocado diferente, más floral. Viendo las fotografías de la época, la escultura sigue siendo la misma que hoy en día, por lo que no ha sufrido una remodelación. La duda que nos surge es por qué se cambió de idea al crear este busto. Sigue siendo una incógnita.
Siguiendo esta pista, también se baraja que pueda ser una representación de la diosa romana Minerva, patrona de guerra y la inteligencia. La representación actual podría ser una reinterpretación de la diosa Atenea niké, la versión iconográfica que se hace de esta diosa griega (equivalente a la Minerva romana), ya que está formada por una figura alada.
Como ves, su identidad sigue siendo una incógnita más de 100 años después. Y tú, ¿a quién crees que representa esta figura?