Junto al Camino de Santiago, al oeste de la provincia, puedes encontrar la localidad de Castrillo Mota de Judíos. Este pequeño municipio, de tan solo unos pocos habitantes, es el hogar de los yacimientos de una amplia comunidad judía del siglo XI. Su Centro de Memoria Sefardí quiere convertirse en un referente en el estudio de la historia judía a nivel nacional.
Fundación Caja Rural Burgos ha colaborado con el ayuntamiento de Castrillo para impulsar el desarrollo de este centro con la remodelación de su biblioteca. “No es la cantidad (económica), sino la implicación de la gente lo que agradecemos mucho” comenta Lorenzo Rodríguez, su alcalde. El Centro de Memoria Sefardí se construyó con el objetivo de recuperar la memoria histórica del pueblo sefardí en la localidad. “Queríamos crear un lugar para estudiar la importancia de la comunidad judía en Castilla y León, para recuperar nuestras excavaciones y que se convierta en un centro referente de estudio sobre la cultura judía”.
Está dividido en dos plantas: una primera planta con recepción y sala de exposiciones y una segunda que incluye una sala de conferencias y la nueva biblioteca, aún por remodelar. El centro ha contado también con la colaboración de otros países. “Tenemos exposiciones cerradas con varios países como Polonia o Israel”, nos cuenta Rodríguez.
Desde su inauguración el 8 de noviembre de 2022, tras de 5 años de construcción, no ha dejado de organizar actividades. “Tenemos una exposición sobre la importancia de los Comuneros y los Conversos que permanecerá abierta hasta agosto. Hemos organizado un concierto musical con la embajada de Austria, que trajo una cantautora sefardí, y también hemos estado en Viena en los Premios de Reconocimiento de la lucha contra el antisemitismo”. A su vez, el ayuntamiento está trabajando en la creación de una Fundación para poner en valor el Centro, recuperar las excavaciones arqueológicas de la localidad y potenciar el estudio de las comunidades judías de Castilla y León. Todo esto con el Centro de Memoria de la Cultura Sefardí como punto neurálgico.
Una comunidad expulsada
La iniciativa del Centro de Memoria Sefardí surge en 2014, cuando el pueblo comienza a investigar sobre la historia de su origen. “En 2015, descubrimos que Castrillo se llamaba, antiguamente, Castrillo de Judíos, que proviene de una comunidad judía del año 1035”. Los judíos se instalaron en esta zona después de ser expulsados de Castrojeriz, una de las primeras comunidades judías de la península, a tan solo 2 kilómetros de Castrillo. “Mataron a sesenta judíos, les quitaron todas sus propiedades, todo para debilitar al rey de aquel momento. Fue una expulsión acordada, porque lo hicieron gradualmente”.
La comunidad de Castrillo Mota de Judíos contaba con gran variedad de construcciones, barrios e, incluso, una sinagoga. “Hay 8 hectáreas de yacimientos que no se pueden excavar así como así. Una vez que se ponga en marcha la nueva Fundación, se presentará un plan a 10 años para ejecutar este proyecto”. Castrillo espera poder mostrar sus hallazgos a los ciudadanos en un futuro. “Tenemos intención de volver a excavar este año”, afirma Rodríguez.
Una Fundación para garantizar el futuro
Castrillo Mota de Judíos tiene muchas posibilidades de convertirse en uno de los puntos principales del estudio de la historia judía. Su nueva Fundación tiene previsto iniciar sus actividades en abril con un objetivo ambicioso: promocionar la comunidad judía en Castilla y León. “El futuro de este proyecto es convertirse en un referente mundial de la cultura judía. Hemos recibido llamadas de gente de diferentes países que quieren venir a visitar Castrillo”, afirma Rodríguez. A su vez, el proyecto está orientado a potenciar el turismo y recuperar el mundo rural. “A España vienen unos trescientos mil judíos, y nuestra intención es que parte de la comunidad visite Castilla y León”.
En cuanto a la implicación de la Fundación Caja Rural Burgos en el proyecto, Lorenzo Rodríguez pone en valor la implicación de Cajaviva Caja Rural en los municipios de la provincia. “Como alcalde, reconozco la labor que están haciendo en los municipios. No nos quedan más que buenas palabras y agradecimiento”. También nos comparte que Castrillo pretende “volver a trabajar con la Fundación en futuros proyectos”.