- La dietista Ana Maté vuelve a la carga con nuevos consejos nutricionales. Esta vez, nos desmitifica las ideas comúnmente asociadas a la dieta y nos explica la importancia de realizar una correcta educación alimentaria para nuestra salud.
La mayor parte de todos nosotros hemos realizado alguna vez una DIETA a lo largo de nuestra vida. Solo escuchar o mencionar la palabra DIETA nos lleva al pensamiento de restricción, pasar hambre, eliminar gran cantidad de alimentos como el arroz, pasta o pan… y siempre lo unimos a la palabra ADELGAZAR, lo cual es un ERROR. Una dieta es una manera de regular lo que comemos y en qué cantidades para cubrir todas nuestras necesidades nutricionales, y no tiene por qué tener como finalidad perder peso.
Una dieta puede modificarse según el objetivo que queremos conseguir. Hay personas que quieren perder peso, otras quieres aumentar, combatir alguna enfermedad, mejorar el rendimiento deportivo o sencillamente aprender a comer. Para todo ello nos podemos referir a la palabra dieta o EDUCACIÓN ALIMENTARIA (a mi parecer mucho más acertado), ya que es menos impactante psicológicamente y la percepción sobre su significado cambia.
Claves para una buena educación alimentaria
Para asegurarte de estar realizando una correcta educación alimentaria o dieta, siempre se debe de tener en cuenta el sexo de la persona, la edad, el peso, la altura, datos antropométricos, religión y muy importante el objetivo que se quiere alcanzar. En cualquiera de los casos nunca se debe restringir ningún alimento, salvo por prescripción médica o porque exista alguna patología, alergia o intolerancia que nos obligue a ello.
Cuando se realiza una dieta nunca se debe pasar hambre, todo lo contrario, deben existir momentos en los que no te apetezca comer o no tengas apetito. Todo eso es debido a que al organizar tu alimentación en 5 comidas y en las cantidades que tu cuerpo requiere, va a hacer que desaparezca la sensación de ansiedad y aparezca la sensación de saciedad.
La dieta es una correcta combinación de los nutrientes adecuados
Nunca debes eliminar los hidratos de carbono, son el combustible que tu cuerpo necesita para realizar sus funciones vitales, al igual que un coche necesita gasolina para su correcto funcionamiento. Si eliminas los hidratos de carbono, en el caso de buscar una pérdida de peso, sí puedes conseguirla, pero con un efecto rebote asegurado en el momento que vuelvas a introducir los hidratos incluso a través de la fruta. Que no te engañen eso es “Pan para hoy y hambre para mañana”.
Asegúrate siempre que el 50-55% de las calorías que ingieras durante el día sean mayormente hidratos de carbono complejos, sin olvidarnos de las grasas y las proteínas que también son esenciales para un correcto funcionamiento de nuestro metabolismo.
Una dieta o educación alimentaria no se puede basar únicamente en kilocalorías, sino en una correcta distribución de los tres nutrientes principales (hidratos de carbono, lípidos o grasa y proteínas) dentro de ese aporte calórico, para así conseguir nuestro objetivo (pérdida de peso, aumento de peso, reducción del colesterol, reducción de los niveles de azúcar en sangre, aumentar rendimiento deportivo…) de una forma saludable.
Durante el tiempo que realices esa dieta o mejor dicho educación alimentaria, debes aprender cómo combinar los alimentos y en qué cantidades, para llegar a generar un habito a tu metabolismo y hacerlo sin pensarlo.
Tú qué eliges, ¿dieta o educación alimentaria?