El escritor burgalés Óscar Esquivias recrea en el libro Una catedral viva, sus conversaciones con el exfabriquero de la catedral de Burgos D. Agustín Lázaro. Hablamos con él sobre el origen de esta bonita obra y de su trayectoria literaria.
¿Cómo surgió la idea de participar en el libro “Una catedral viva”?
Fue una propuesta de la Fundación Caja Rural, que quería publicar las reflexiones del canónigo Don Agustín Lázaro, ilustradas con unas fotografías inéditas de Jon Quintano. Pensaron que yo podía entrevistar a Don Agustín y, además, aportar una mirada literaria sobre la catedral. El diseñador Martín G. Barbadillo dio forma a todo el conjunto y el resultado ha sido fantástico.
¿Cuánto tiempo ha llevado su elaboración y cómo ha sido este proceso?
Fueron muchas horas de visitas a la catedral y de conversaciones con Don Agustín (en la residencia sacerdotal, en el despacho del deán, por teléfono, incluso por correo postal) y con Martín sobre cómo podíamos aportar algo original y valioso. No recuerdo cuándo tuvimos la primera reunión, pero sí puedo asegurar que este libro es el fruto de varios años de trabajo.
¿Cómo se le ha conseguido dar esa visión diferente de la catedral?
Existen muchos estudios históricos y académicos sobre la catedral, por eso nos planteamos que este libro tuviera un enfoque distinto. En lo literario, quise recrear la voz de Don Agustín, su forma vibrante de hablar, sus expresiones, y reproducir fielmente sus ideas catequéticas y teológicas. Me gustaría haber logrado que el lector tenga la sensación de estar escuchándolo, como si estuviera allí presente. Por mi parte, añadí el contrapunto de mis propios recuerdos infantiles y juveniles relacionados con el templo.
¿Qué ha supuesto participar en él con D. Agustín Lázaro?
Para mí ha sido un privilegio tratar con alguien que tiene un inmenso amor por la catedral y la conoce a la perfección, tanto en sus aspectos simbólicos como en su propia materialidad. Don Agustín puede hablar con plena autoridad de lo más elevado, por ejemplo el significado teológico de cualquier imagen, o de cuestiones prácticas, como los sistemas para espantar las palomas o reparar las goteras, así que he aprendido mucho durante las conversaciones.
¿Qué significa la catedral de Burgos para usted? Como vimos en la rueda de prensa, ¿siempre ha tenido algo especial desde su niñez?
Para cualquier burgalés, la catedral es un monumento ineludible. Está presente en el paisaje de nuestra vida desde que somos niños, la identificamos con la ciudad y es su mejor símbolo. Su sola presencia nos hace más sensibles, nos da una referencia de belleza y espiritualidad.
Personalmente, ¿qué le ha aportado la elaboración de este libro?
Me ha servido para conocer mejor la catedral y para reflexionar sobre mi propia relación con ella. Y creo que eso mismo le puede pasar a cualquier lector.
¿Cómo animarías a los burgaleses a leer este libro?
Es tan hermoso que basta con tenerlo entre las manos para desear leerlo y contemplarlo.
Trayectoria literaria de Óscar Esquivias
¿Cómo surgió la idea de ser escritor?
Más que una idea, es una vocación. Como tal, creo que la he sentido siempre.
¿Desde qué edad lleva escribiendo?
Desde muy niño. Me encantaba leer e imaginar historias. Para mí era una forma de jugar.
¿Se dedica en exclusiva a la escritura?
Sí, tengo esa suerte.
¿Ha habido algún libro que le haya marcado especialmente?
De niño, El libro de la selva de Kipling. Después; de jovencito, Crimen y castigo de Dostoievski. Más tarde, Léxico familiar, de Natalia Ginzburg. Estos últimos meses leo mucho a Mercè Rodoreda.
¿Burgos y la catedral, han sido sus lugares de inspiración para escribir? Vemos que en ‘Inquietud en el paraíso’ así ha sido, pero ¿se plantea ambientar más historias de ficción en la ciudad?
Seguro que sí. En mi imaginación brotan espontáneamente muchos paisajes burgaleses, tanto de la capital como de la provincia.
¿Qué han supuesto los reconocimientos que ha recibido en su trayectoria?
Los recibo con agradecimiento, pero pienso también que no hay que tomarse muy en serio los premios, ni cuando te los dan ni cuando te los niegan.
¿Algún escritor burgalés que quiera destacar? ¿Alguno incipiente que vea con potencial?
Yo adoro la obra poética de Tino Barriuso y la narrativa de Jesús Carazo. Cuando dirigí revistas literarias, tuve muy presente el espíritu generoso y moderno de Antonio L. Bouza. Siento gran admiración por otros muchos, pero me gustaría destacar a Alberto Luque y José Gutiérrez Román (tengo la suerte de que sean dos de mis amigos más queridos). Y no sé si se puede calificar de «incipiente», pero estoy convencido de que cuando Arancha Maestro publique su primer libro todo el mundo va a descubrir a una poeta extraordinaria.
¿Actualmente, está preparando alguna obra?
Muy pronto, en junio de 2022, la editorial Reino de Cordelia va a publicar Alguien se despierta a medianoche (El libro de los profetas), un libro en colaboración con Miguel Navia. Yo aporto una serie de cuentos de aire bíblico y Miguel unas ilustraciones llenas de fuerza. Va a ser una obra hermosa y original.