“De alguna manera necesitaba decir al mundo que interiormente me rebelaba ante ciertas imposiciones, cierto modus vivendi al que nos vemos en parte sometidos muchas veces, y a la vez escribir este texto también era una manera de darle las gracias a mi hija por dotar de sentido a algunas de esas cosas, y por las nuevas emociones y momentos que me está regalando”.
La Fundación Caja Rural Burgos ha celebrado la primera edición de su Concurso de Microrrelatos y, entre muchísimo talento y más de 700 escritos enviados, nuestro jurado experto ha conseguido dilucidar, no sin gran dificultad, cuáles han sido los mejores microrrelatos a nivel nacional (e internacional) y local. El ganador de la categoría general ha sido Domingo Alberto Martínez, por su obra “Criaturas“. Por su parte, el campeón en la sección de Burgos, ha sido Fernando Jerez, con “Para qué vivo”. Como en Fundación Caja Rural Burgos apostamos por el talento local, hemos querido conocer a nuestro vencedor.
Quién es Fernando Jerez
Fernando Jerez, reciente padre de Sira, que “ha dado sentido a todo” y bibliotecario de profesión, que le permite “estar en contacto con gente que ama la lectura“, ha ganado el I Concurso de Microrrelatos de Fundación Caja Rural Burgos.
Le preguntamos cómo se siente al ganar, y tiene claro que era un texto que escribió por y para él, y lo iba a hacer público sin concurso, pero el concurso se cruzó en su camino y probó suerte. “No pensaba en que tuviese posibilidades de ganar”, lo escribió “como homenaje a esa personita” que le ha cambiado la vida “y que da sentido a todo”. El hecho de que personas con un criterio literario alto hayan destacado su obra entre tantas, “es algo bonito”. Una de las claves es escribir para ti mismo para que los demás puedan identificarse.
Su pasión por leer y escribir viene de niño, que le ha dejado “cierta facilidad para ello”. Su profesión de bibliotecario tiene, “obviamente, su razón de ser en la lectura”. “Más que afición es muchas veces pura necesidad“. Como bien dice, la lectura te hace vivir cosas que jamás hubieras imaginado. Te traslada a otras realidades y conlleva una serie de aprendizajes que te enriquecen como persona.
La propuesta del microrrelato
El formato micro, según Fernando, es ideal para personas que quieren compaginar una vida con pocos momentos de descanso con la necesidad de contar y explicarse a sí mismo. “Aunque sea a las tantas de la noche, al ser textos de un formato muy reducido, te puedes permitir escribir alguno”, explica. Admite que su obra “Para qué vivo” nació como algo más extenso, y lo tuvo que adaptar a los requisitos del concurso. Como explica, es difícil eliminar palabras o frases sin las cuales se puede perder parte del mensaje, pero “es un reto creativo muy interesante”.
Sea el formato que sea, el fondo es el mismo; escribir lo que uno siente. “Es expresar lo que siento. De alguna manera necesitaba decir al mundo que interiormente me rebelaba ante ciertas imposiciones”, declara el autor. Además, al hablar desde el corazón para su hija, “el proceso de escribirlo fue muy fluido”. Al estar inspirado, es sencillo contar lo que quieres decir y cómo. Coincidió la necesidad de expresar esos sentimientos con la noticia del concurso, así que encajó perfectamente.
Sobre cómo estructurar un microrrelato, “lo fundamental es tener la idea clara, la historia que quieres contar”. Por supuesto, hay que ser meticuloso con el lenguaje y cuidadoso con el vocabulario, cosa que le resultó sencilla en “Para qué vivo”. Probar técnicas y ver si se adaptan bien al texto, corregir fallos y buscar incoherencias, pero sobretodo la idea.
La idea de escribir de forma profesional “debe ser algo bonito y especial”, pero Fernando le tiene mucho respeto a la literatura. “Para publicar algo que verdaderamente merezca la pena tengo mucho que aprender“, explica. Sin embargo, no lo descarta, ya que día a día sigue leyendo y formándose. “Ya veremos”. Añade, (y además nos enorgullece), que ser galardonado en este tipo de concursos es ya un incentivo para seguir escribiendo.