No hay mejor forma para definir a Fetén Fetén que su propio nombre, y es que cada vez que los escuchamos lo pasamos ‘fetén’, tanto mayores como pequeños. Es tal la alegría y el buen ambiente que desprenden estos músicos que es imposible acabar el espectáculo sin una sonrisa.
El pasado domingo 10 de marzo, presentaron en la Sala Cajaviva un concierto familiar divulgativo titulado, ‘El mágico planeta de los instrumentos insólitos’, que hizo vibrar a todo el público con su viaje a través de los diferentes ritmos y melodías de la música popular española, transmitiendo valores como la reutilización, la pobreza, la imaginación y la importancia de conocer nuestras tradiciones. La música extraordinaria de este dúo conciencia de la forma más divertida.
Un proyecto surgido de la complicidad
Diego Galaz y Jorge Arribas, los componentes de Fetén Fetén, trabajaron juntos en el reconocido grupo folklórico ‘La Musgaña’. A raíz de esa complicidad y de las inquietudes surgidas por poner en común sus melodías compuestas individualmente, decidieron crear el grupo en el 2009 y, hasta la fecha ya han sacado cuatro discos de su característica música.
Su estilo se centra en una mezcla de músicas de raíz de todo el mundo que ellos definen como “música popular con instrumentos insólitos”. Y es que, además de basarse en el folklore castellano de su tierra, han cogido influencias de los países por los que han viajado tomando prestadas características del swing y el blues de Francia e Italia y de las músicas populares de África y América. “Nuestras grandes fuentes de inspiración son aquellas vivencias de pequeños y lo que nos aportan los músicos con los que tocamos tanto de España como de fuera, eso ya es una motivación extra para crear una nueva melodía”, detalla Jorge Arribas.
Si esta mezcla ya puede sonar más que apetecible, la forma de representarla es aún más impresionante. Se trata de mostrar cómo cualquier objeto cotidiano puede convertirse en un instrumento musical. “Es muy curioso ver cómo se puede crear una flauta con un hueso de ala de buitre, con el tubo de la escoba, como es el caso del basuri, o en el caso más especial, tenemos la silla flauta hecha con una silla de camping”, explica Arribas.
Pero también el serrucho y el violín trompeta son otros instrumentos insólitos que merece la pena escuchar en directo, entre muchos más.
La música que saca sonrisas internacionales
Diego y Jorge explican que detrás de un trabajo con una propuesta artística y musical seria, existe una parte desenfada que es la que transmiten para que el público que se lo pasen bien. “Es muy bonito ver cómo empatizan contigo tanto los niños como la gente mayor, estos últimos porque se ven reconocidos en esos ritmos de bolero o de pasodoble”, comenta Jorge.
Incluso en otros países, este dúo consigue despertar reacciones parecidas, aunque no les conozcan. Y ese es el principal valor que tiene la música. “Cuando la gente se acerca a un grupo que no conocen de nada, verlos con una sonrisa y que te feliciten al acabar es una experiencia muy bonita y enriquecedora”, señala Arribas.
Sin embargo, pese a lo que les supone hacer conciertos a nivel internacional como artistas y como forma de aprender y hacer crecer su música, tocar en Burgos siempre es especial para este dúo. Diego Galaz apunta que cada vez que se suben a un escenario en su ciudad, se convierte en una fiesta y “es muy emotivo y muy grande tocar para gente conocida”. Igualmente, reconoce que los burgaleses consumen mucha cultura y disfrutan mucho de la música llenando los teatros.
Música basada en el respeto
Pero además de esa parte divertida y desenfadada, la música de Fetén Fetén también tiene un componente didáctico basado en el respeto tanto al medioambiente como al resto de culturas, como nos explica Galaz: “buscamos transmitir los valores del reciclaje, del no consumo excesivo, del amor a diferentes culturas y de reconocer en nuestra cultura la influencia de otras”.
Ante esta dosis de alegría, sus planes de futuro no pueden ir más que encaminados a seguir en la misma línea. “Están orientados a ser muy felices, seguir trabajando, seguir disfrutando del privilegio de poder vivir de lo que nos gusta, seguir creciendo como músicos, seguir viajando que es nuestra escuela e intentar ver a la gente sonreír en un concierto nuestro, algo mucho más importante que los aplausos”, concluye Diego.
¡Y todos los burgaleses esperamos seguir pasándonoslo fetén con vosotros por mucho más tiempo!