Gabriel Villamayor, responsable del Plan de Experimentación Agraria del ITACYL, pronunció ayer los resultados de los campos de ensayo de la anterior campaña. La jornada, enmarcada en el aula agraria de Fundación Caja Rural Burgos, trató de dar una nueva visión a los agricultores respecto a la implantación de los diferentes cultivos.
Villamayor recalcaba que la producción de este año se ha visto mermada por las escasas precipitaciones en enero y febrero y por el repentino calor de mayo, lo que ha ocasionado un retraso en la maduración de los trigos. No obstante, señalaba que en Castilla y León se recolectaron 5 millones de toneladas, cuando la media está en 6,1 millones, por lo que no ha sido una cosecha del todo mala.
En cuanto a las zonas de siembras de los campos de ensayo, Villamayor destacaba que en Cerratón de Juarros es donde menos producción se ha sacado la anterior campaña. Además de por las condiciones climáticas, achacaba este descenso a la no rotación de cultivos que ha sufrido esta zona en las últimas siembras. Por eso, en la próxima campaña abogarán por la siembra de girasol.
Posibilidades para la nueva campaña
Por su parte, ante la nueva campaña, señalaba que “hay que tener calma”. “Los agricultores no deben tener prisa y deben esperar a que la tierra purgue con la lluvia que se espera estos días. Todavía pueden esperar a sembrar hasta finales de noviembre”, explicaba el responsable.
“No se puede perder la semilla de los trigos” por querer adelantar el trabajo sin disponer de unas condiciones óptimas. En el caso de que en noviembre el suelo todavía no esté preparado, Villamayor recomendaba sembrar trigos y cebadas de primavera. “Lo importante es eliminar las malas hierbas y un ahorro de costes“.