Las malas hierbas y las malezas de los terrenos suelen causar más de un dolor de cabeza. Crecen en lugares donde no se desea que aparezcan y afectan directamente al crecimiento de los cultivos. Por ello, muchos agricultores optan por utilizar un herbicida sistémico para combatirlas. Un producto químico que permite maximizar los resultados. Además, también tiene otros usos más controvertidos. En el blog de la Fundación Caja Rural Burgos te contamos qué es un herbicida sistémico y sus ventajas e inconvenientes.
Qué es un herbicida sistémico
Un herbicida sistémico es un producto químico que se utiliza para eliminar todas las malas hierbas y malezas del campo. De esta manera, las plantas pueden tener un crecimiento sano. Su característica principal es que afecta a todo el conjunto de la planta. El cultivo lo absorbe a través de las hojas y lo transporta por el flujo de savia a el resto de órganos. Así, detiene el crecimiento de la mala hierba que finalmente acabará muriendo.
Este producto químico tiene una movilidad muy alta que permite eliminar las malas hierbas desde la raíz. Por ello, es el más recomendado frente al herbicida de contacto, que solo afecta al órgano de la planta que ha recibido la aplicación del producto. El proceso de actuación de los herbicidas sistémicos tiene una duración estimada de entre 7 días y varias semanas. Un tiempo depende de factores como las condiciones climáticas de la zona y de la mala hierba o maleza.
Ventajas del uso de herbicidas sistémicos
Optar por el uso de un herbicida sistémico para eliminar las malezas y las malas hierbas tiene muchas ventajas. Las principales son el aumento del cultivo, la actuación completa del producto, el ahorro de costes y la optimización del tiempo.
- Aumento del cultivo: al poner punto y final a las malezas, podrás obtener mejores cultivos. Las plantas no tienen competencia para absorber la alimentación, lo que favorece su crecimiento.
- Actuación completa: como hemos comentado anteriormente, este producto afecta a todo el conjunto de la planta. No existirá preocupación alguna si las malas hierbas afectarán a otras partes de la planta o si tendremos que volver a echar algún otro producto.
- Ahorro de costes: los herbicidas sistémicos no tienen un precio muy elevado frente a otros productos químicos. Sin embargo, es cierto que aumenta la inversión en el coste de nutrientes para las plantas.
- Optimización del tiempo: no tener que preocuparte por las malas hierbas y por la absorción de los nutrientes de tus cultivos es un gran punto a favor que te permitirá dedicar ese tiempo a otras actividades.
La resistencia a los herbicidas como principal inconveniente
El mayor inconveniente con el que nos podemos encontrar en el uso de herbicidas sistémicos es el problema de la resistencia a los herbicidas. El uso de productos como el glifosato como única opción está provocando en muchos casos que las malas hierbas se hagan fuertes y, por tanto, resistentes. Es un problema que surge de la utilización continuada del mismo tipo de producto. Sin combinación ni alternancia con otros. Por ello, es recomendable tener en cuenta todas las alternativas posibles antes de realizar un tratamiento.