Cada día se buscan nuevos métodos para que la producción de alimentos sea más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Y una de estos nuevos procesos es la huerta orgánica intensiva. Es una actividad que ayuda a mejorar la calidad de las frutas y verduras así como la tierra donde se cultivan.
Este tipo de cultivo puede convertirse en la solución para producir gran cantidad de alimentos saludables cuidando del planeta. En este post, os enseñamos en qué consiste este método y todas sus características en comparación con la producción convencional.
¿En qué consiste la huerta orgánica intensiva?
La huerta orgánica intensiva es un método para producir verduras, hortalizas y frutas orgánicas aprovechando las propiedades del suelo donde se cultivan y evitando el uso de químicos (abonos, pesticidas, etc.). En este cultivo, la tierra es el elemento fundamental.
La producción orgánica intensiva se basa en emplear técnicas naturales y respetuosas con el medio ambiente. Por ejemplo, para fertilizar, se aprovecha la materia orgánica o el estiércol, así como biofertilizantes de origen vegetal. También se recurren a otros métodos tradicionales como la rotación de cultivos o la siembra de flores para atraer insectos y evitar plagas. De esta manera, se producen alimentos orgánicos a la vez que se cuida la tierra donde se cultivan.
5 características de este método sostenible
El cultivo orgánico intensivo es un método con muchas posibilidades y beneficios frente a los cultivos convencionales. Además de ser más respetuoso con el medio ambiente, esta forma de cultivar ayuda a cuidar la superficie donde se planta. Veamos cuáles son sus principales características.
1. Mejora la salud del suelo: el cultivo orgánico intensivo se enfoca en la regeneración del suelo. Las técnicas utilizadas ayudan a mejorar la calidad de la tierra, aumentando su fertilidad. Esto se traduce en cultivos más saludables y resistentes a las plagas y enfermedades. El suelo contiene gran cantidad de microorganismos que fabrican los minerales necesarios para que los cultivos crezcan. Al no emplear químicos, no se dañan estos organismos y se nutre a las plantas de forma natural.
2. Alimentos más saludables: al cultivar alimentos sin el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, la huerta orgánica intensiva produce alimentos más saludables. Además, gracias a la riqueza de minerales y nutrientes naturales de la tierra, las frutas y verduras obtenidas tienen una mayor calidad que aquellas obtenidas con las producciones tradicionales.
3. Ahorro de recursos: estabilizar el suelo para este tipo de cultivos puede llevar tiempo. Pero, una vez conseguido, la producción de alimentos requiere de menos recursos. En la huerta orgánica intensiva, solo se utiliza una pequeña superficie de suelo (entre 1 y 5 ha) que se aprovecha al máximo. Además, al emplear técnicas como el mulching para fertilizar y evitar malas hierbas y plagas, se ahorra en maquinaria y productos para tratar estos problemas.
4. Sostenibilidad: la regeneración del suelo y la biodiversidad es el eje sobre el que se basa este cultivo. Se trata de una práctica para producir alimentos orgánicos mientras se promueve la salud de la tierra a largo plazo. De esta manera, se pueden obtener resultados de calidad mientras se cuida el medio ambiente.
5. Evita la contaminación: como ya hemos mencionado, la huerta orgánica intensiva evita el uso de químicos para tratar los cultivos. Por desgracia, los pesticidas y fertilizantes usados en la producción convencional pueden dañar la tierra y sus residuos pueden acabar en nuestros alimentos. Además, la producción agrícola es el segundo sector que más emisiones produce. Gracias al uso de técnicas que evitan la maquinaria y los químicos, el cultivo orgánico intensivo favorece el cuidado de la capa de ozono.
En conclusión, la huerta orgánica intensiva es una técnica de cultivo sostenible que tiene muchas ventajas para la salud del suelo, la biodiversidad, la producción de alimentos saludables. Si no conocías esta forma de cultivar, ahora sabes que puede ser una opción muy viable para producir alimentos ecológicos.