Una trayectoria familiar de 70 años en la ciudad, unida con el buen hacer y la apuesta por la actividad cultural en Burgos han hecho merecedores del premio al Comercio Excelente a la librería Luz y Vida.
Este galardón entregado por la Federación de Empresarios de Comercio de Burgos (FEC) ha reconocido la labor de esta famosa librería de nuestra ciudad que actualmente trabaja por ofrecer a sus clientes nuevos servicios más allá de la venta de obras literarias.
Transformando la idea de librería
La librería que se fundó en 1948 dista mucho de la que nos podemos encontrar hoy en día en la calle Laín Calvo. Tres generaciones de ‘Álvaros Mansos’ (hay que aclarar que abuelo, padre e hijo se llaman igual) han regentado este comercio adaptándolo a sus tiempos.
El abuelo del dueño actual, abrió Luz y Vida para la venta de obras religiosas. Su padre transformó el negocio en una librería con obras más centradas en las humanidades y en la literatura más generalista y ahora podemos encontrar obras de todo tipo: históricas, infantiles, poéticas, de cocina, etc.
Además, también gestionan la librería del Museo de la Evolución que cuenta con un fondo científico, tecnológico y artístico.
Pero su principal diferencia no reside en el tipo de libros que se venden, sino en la transformación de la idea de librería. “Queremos que la librería sea un lugar donde la gente pueda estar, interactúe con los libros y se sienta a gusto, como en casa”, apunta Álvaro Manso hijo, dueño actual de este comercio y presidente de la Asociación de libreros de Burgos.
La fuerza del comercio
Para ello, además de los aspectos estéticos que son muy importantes, se organizan otras actividades culturales como encuentros con escritores, talleres de flores, catas de vino con libros, intervenciones artísticas, conciertos de música o actividades infantiles. Y muchas de ellas surgen de la colaboración con otros comercios burgaleses. “Hay muchas cosas que nos unen con otros comercios porque tenemos clientes comunes y porque creemos que podemos aportar cosas diferentes que les sorprendan. Hay un entorno más allá de los libros, pero siempre integrándolos de alguna manera”, detalla el dueño.
Y es que, para Álvaro Manso, el trabajo en equipo es la clave para la diferenciación. “Yo creo muchísimo es los proyectos en grupo, comunes, y estar agrupados es la manera de ser diferentes y competir en un mercado global con gente muy fuerte”.
En este sentido, el asesoramiento por parte de la FEC, entidad con la que colaboran Fundación Caja Rural Burgos y Cajaviva Caja Rural para el fomento del emprendimiento, ha sido esencial a la hora de llevar a cabo estos proyectos.
Por eso, el Premio Comercio Excelente que esta Federación ha otorgado hace unos días a Luz y Vida supone un orgullo para la familia Manso y su equipo. “Es un reconocimiento a muchas cosas, tanto a nuestra larga trayectoria como a la innovación y estamos muy agradecidos. Pero especialmente es un orgullo porque nos lo han dado los comerciantes, aquellos que son como nosotros y saben lo que cuesta sacar esto adelante y te valoran aún más. Supone un empuje para seguir trabajando y haciendo más cosas”, agradece Manso.
Planes de futuro
Además de continuar en la misma línea que hasta ahora y seguir ofreciendo actividades culturales de todo tipo, este año la librería celebra su 70 aniversario y tiene preparado un importante programa literario para sorprender a sus clientes.
Por otro lado, este año se ha celebrado una iniciativa solidaria en todas las librerías burgalesas llamada ‘compra un libro regala una ilusión’ en la que se donaron más de 300 libros a Cáritas y en la que participó Fundación Caja Rural Burgos. Manso cree que es un proyecto muy bonito y apuesta por repetirlo al año que viene desde la Asociación de Libreros de Burgos porque cubre unas necesidades que, considera, no están atendidas. “Además de las necesidades básicas de estas personas, creemos que también se tienen que cubrir unas necesidades culturales y de ocio. Y la lectura tiene ese poder de transportarte a otro mundo y escapar de la realidad”.
Y en lo que respecta al futuro a largo plazo, Álvaro explica que todavía tienen que seguir creciendo e innovando, especialmente en su nueva etapa en el MEH y en Atapuerca. “El museo y Atapuerca nos hace estar en otro mundo, como el del merchandising, por lo que tenemos mucho en lo que trabajar y aprender”.
Esperamos seguir teniendo muchos más años este espíritu innovador que apuesta por ofrecer una programación cultural diferente unida con el mundo de la literatura.