Por toda nuestra provincia encontramos gran cantidad de necrópolis medievales, unos yacimientos enclavados generalmente en paisajes asombrosos. Hoy, de la mano de nuestro amigo Abi, de ElLioDeAbi, os llevamos a la Necrópolis de Santa María de Tejuela, un lugar no muy conocido y que realmente os va a sorprender. ¿Nos acompañas?
A orillas del río Ebro y en la frontera natural con el País Vasco, nos encontramos con esta asombrosa necrópolis que merece la pena visitar tanto por su valor arqueológico como paisajístico, ya que se encuentra enclavado en el Parque Natural de los Montes Obarenes San Zadornil y la Sierra Arcena.
Para llegar a este yacimiento, se puede acceder desde Villanueva Soportilla o bien desde las afueras de Puentelarrá, donde un cartel indica el camino de fácil acceso a seguir.
Gran riqueza arqueológica de la necrópolis
Se trata de un conjunto de más de 340 tumbas antropomorfas de entre los siglos VIII y XI. En 1970 comenzaron las excavaciones para su descubrimiento, dado que se comentaba que era uno de los mayores cementerios medievales conocidos hasta la fecha. Otra excavación en 2010 sacó a la luz más tumbas que aun conservaban la tapa y guardaban esqueletos.
En esta necrópolis se pueden percibir restos de sus casas semirrupestres. Se sabe que los primeros pobladores fueron cazadores y pastores que construyeron sus habitáculos al lado de las tumbas.
Se trata de un lugar muy recomendable de visitar, además de la gran magnitud de la necrópolis, por el enclave en la que está situada, mereciendo la pena dar un paseo más duradero por la zona y disfrutar de las vistas del cañón del ebro.
Puedes encontrar más información y fotos en el blog de Abi.