Terminar con las injusticias y las desigualdades sociales en el mundo es el principal objetivo la Organización No Gubernamental de Desarrollo Persona Solidaridad. Aunque se trata de una pequeña asociación que cuenta con ocho voluntarios activos más los colaboradores ocasionales, esta ONGD ha realizado más que méritos para obtener el premio popular de los Premios Valores por Encima del Valor. Un reconocimiento que aúna los tres valores cooperativos del ideario de Cajaviva Caja Rural: la Responsabilidad, el Compromiso y la Solidaridad y que, además, es propuesto por la ciudadanía.
Los Orígenes y el ámbito de actuación de Persona Solidaridad
A raíz de una experiencia de voluntariado de la Asociación Juvenil Parteluz en la selva de Perú, creció una necesidad imperante de cooperar para el desarrollo de los países más desfavorecidos. Así fue como nació esta Organización hace 10 años.
Desde entonces, sus acciones van desde la realización de proyectos educativos y de mejoras in situ en los territorios internacionales en los que cooperan, hasta la creación de campañas de sensibilización en la sociedad burgalesa.
“Nosotros nos dedicamos a la cooperación al desarrollo, que es trabajar junto a entidades y personas de países empobrecidos para su desarrollo, no solo puramente económico sino también social y humano. Y eso implica trabajo allí a través de proyectos y ayuda en emergencia, y también implica un trabajo de sensibilización aquí. Estamos en un mundo globalizado en lo que pasa aquí influye allí y viceversa, y para que las cosas cambien allí primero tienen que cambiar aquí”, explicaba José Antonio Ausín, presidente de Persona Solidaridad.
En este sentido, su labor en el ámbito internacional se circunscribe a Perú, donde llevan dando continuidad a las necesidades de la localidad de Villa Rica durante 10 años, a Zimbabue desde hace tres, y a Tanzania, aunque actualmente no cuentan con ningún proyecto en este último país, pero han trabajado más de seis años.
Unos proyectos basados en la continuidad
Colaborar únicamente con estos tres países a nivel mundial es debido a que buscan mantener una continuidad y una constancia en el lugar en el trabajan. “Ayudar una vez a una población está bien, pero si los dejas, tu actuación se pierde con el paso del tiempo y no hay mejoras”, señalaba Ausín.
Además, los proyectos que desarrollan van apoyados por asociaciones o entidades locales, como colegios y universidades, que den seguridad a su trabajo y les permita ese futuro seguimiento. La organización es la clave de sus actuaciones.
De este modo, las actuaciones de la ONGD Persona Solidaridad abarcan diferentes campos: desde la mejora de infraestructuras para la construcción de escuelas o en la higiene de las viviendas en Perú, hasta la creación de un centro comunal para hacer encuentros vecinales en Zimbabue. Igualmente, en Tanzania se apostó por dotar a los apicultores del poblado de seguridad alimentaria a través de la formación de cooperativas y de la adaptación de su maquinaria agrícola.
Pese a todos los ámbitos de actuación, quizá el relacionado con la educación y la infancia es el que requiere una mención especial. Actualmente, José Antonio Ausín comentaba que están trabajando en proyectos en los que están involucrados colegios, familias y autoridades para prevenir la violencia infantil en Perú cuando existe una desestructuración familiar.
Discapacidad en la Periferia del Mundo
Otro de estos trabajos, uno de los más importantes y que ha conseguido una gran repercusión social, es la reciente finalizada campaña “Discapacidad en la Periferia del Mundo”.
Este proyecto se fundamentó en una campaña de sensibilización para mostrar a la sociedad burgalesa la vida de aquellas personas que tienen discapacidad y que viven en situaciones de extrema pobreza. Para ello, durante dos meses se realizaron diferentes trabajos de sensibilización: mesas redondas, reencuentros con las asociaciones de Burgos en el ámbito de la discapacidad, cortometrajes expuestos y hasta una exposición fotográfica realizada por el fotógrafo burgalés David Palacín.
La idea de realizar este trabajo, explicaba el presidente de Persona Solidaridad, surgió a raíz de trabajar en Perú con un colegio de educación especial.
“Es un colegio en el que hay pocos niños porque los padres no creen que es necesario que vayan a la escuela y además tiene dificultades nutricionales porque son los últimos a la hora de ser alimentados. Por eso, empezamos un proyecto para montar un comedor social con dos objetivos: animar a los padres a que llevasen a sus hijos, porque iban a comer todos los días, y fomentar la escolarización de estos niños. A partir de ahí también trabajamos en la formación de los maestros de forma específica para la educación especial”.
Objetivo: dar visibilidad para conseguir el cambio
Todas estas campañas y proyectos realizados, han cumplido su principal objetivo: acercar a mucha gente esta realidad. Ausín señalaba que de una forma o de otra, colaborando directamente como voluntarios o conociendo indirectamente la realidad que existe, las personas tienen la capacidad de actuar por cambiar el mundo.
“Lo primero y más importante es conocer. Sensibilizar para visibilizar lo que existe y luego esperar que a esas personas les toque un poco por dentro y actúen. Tanto en equipo, colaborando en voluntariado, como realizando una transformación personal en los hábitos de vida, especialmente en el modo de consumir los recursos”.
De este modo, el reconocimiento obtenido por haber ganado los Premios Valores por Encima del Valor, es un pequeño triunfo más. “Nos alegra porque es reconocer que estamos haciendo un trabajo y parece que lo estamos haciendo bien. Además, nos anima a seguir trabajando por conseguir un mundo más justo en donde se reduzca la desigualdad que existe y trabajar por una sociedad donde los protagonistas sean las personas y las políticas sean por y para las personas”.
Desde Fundación, estamos agradecidos a la ONGD Persona Solidaridad por su trabajo en pro del desarrollo social. Con la colaboración de todos, hacer un mundo mejor es posible.