No es ajeno para nadie. Este año, las explotaciones agrícolas han sufrido importantes daños y pérdidas a causa de la climatología. Las escasas lluvias en la época primaveral y estival unidas a las fuertes heladas del invierno, han provocado una reducción considerable de la producción agraria en casi todo nuestro país. En concreto, Castilla y León ha sido una de las regiones más afectadas en los cultivos de cereal de invierno y leguminosas.
Y es que, si el cereal se seca antes de su período de natural, se obtiene menos cantidad de grano o este es de menor calidad, por lo que los ingresos de los productores son más bajos.
Ante esta situación, los agricultores se han visto obligados a contactar con sus seguros para recibir una prestación económica por las pérdidas ocasionadas. Así, la labor del perito agrario es decisiva para ellos.
El trabajo del perito agrario
El perito es la persona que trabaja en las aseguradoras agrarias, encargada de valorar in situ los daños ocasionados por algún siniestro de carácter natural producido en cualquier tipo de cultivo que se pueda cosechar (frutales, cereales, verduras, leguminosas, plantas herbáceas, …).
Aquellos agricultores que dispongan de un seguro de estas características, deberán dar parte a la compañía para que estos trabajadores examinen sus parcelas y valoren y cuantifiquen el siniestro.
“Estos seguros cubren las pérdidas causadas por motivos que el trabajador no puede controlar: el pedrisco, la sequía, las lluvias torrenciales, las heladas, … Pero aquellos daños que sí que puede controlar por su cuenta, como serían las plagas, no se pueden asegurar”, detallaba Mario Bartolomesanz, perito agrario de la zona de Castilla en Agroseguros y especialista en cultivos de cereal.
De este modo, el trabajo de los peritos agrarios se realiza solo cuando es necesario. “Prestamos nuestros servicios cuando hay siniestros y nos llama el asegurado. En los años buenos, por ejemplo, no hace falta hacer la labor de peritaje salvo en pequeñas circunstancias. Pero este año ha sido muy intenso”, comentaba Bartolomesanz.
El proceso de peritación de sequía en cereales
Como los cultivos de cereal son los más característicos de nuestra región, Mario Bartolomesanz nos explicaba los pasos que se realizan para el peritaje de sequía en este tipo de siembra.
- Lo primero que hay que saber, es que la peritación se tiene que realizar en el momento más próximo a la cosecha porque el grano está seco y es mucho más sencillo de pesar y, así, de estimar los resultados.
- Cuando el asegurado se percata de que puede existir un siniestro de sequía en sus cultivos, lo comunica a la compañía y se le asigna un perito.
- Una vez reunidos, el perito revisa la documentación del agricultor para comprobar que todas las parcelas estén correctamente aseguradas.
- A continuación, el perito agrario realiza la vista de campo: mira en una aplicación la situación geográfica de cada parcela, su superficie y el resto de características, y acude a inspeccionarla.
- Allí, el especialista toma pequeñas muestras del área de la parcela: con un cuadrilátero de 50x50cm que abarca una superficie de 0,25 metros cuadrados, cosecha las espigas que estén dentro, las mete en una bolsita y las pesa.
- Una vez pesadas las espigas con un dinamómetro y aplicando una serie de coeficientes, se llega a estimar la producción real de esa parcela.
- Después de haber realizado este proceso en todas las fincas, el asegurado firma el acta de tasación definitiva, informe que tendrá que guardar para beneficiarse de las ayudas por el siniestro de sequía, en el caso de que el peritaje así lo determine.
La situación actual y futura del campo
Si bien es cierto que este año la sequía y las heladas han sido las principales causantes de las pérdidas agrarias, el descenso de la producción ha dependido de varios factores, según aclaraba el perito agrario de Agroseguro.
‘Hay muchas diferencias entre las variedades y las siembras. Si han cultivado unos agricultores antes que otros hay cambios en los resultados. También depende de las zonas. En el sur de Castilla y León, en Segovia, por ejemplo, el ciclo de cereal es diferente porque allí llega antes y más tarde en el norte.
Además, hubo lluvias después de san Isidro, pero solo la zona norte ha cogido algo y en el sur no ha llegado. Por eso en el norte las pérdidas han sido menores. Igualmente, también depende de cómo siembre y abone cada agricultor en particular. En realidad depende de muchos factores, pero por lo general la situación es bastante mala”.
Así las cosas, Bartolomesanz manifestaba que la mejor solución para prevenir las pérdidas y poder seguir trabajando en el sector agrícola es contar con un seguro agrario. “Un seguro para el agricultor es una herramienta más que debería usarse porque con cosas como estas puede aguantar un año, pero con dos años de mala cosecha no va a tener ingresos suficientes para volver a cosechar. Te asegura por lo menos que al año que viene puedas comprar abono y semillas para seguir trabajando”.
En esta línea, Cajaviva Caja Rural ofrece a sus clientes seguros agrarios con Agroseguro y con Seguros RGA, además de poner a disposición de quien lo necesite los llamados ‘préstamos de sequía’.
Y es que, la agricultura es una actividad básica para la alimentación del ser humano y hay que hacer todo lo posible para que funcione adecuadamente.