Crear un negocio desde cero no es nada fácil. Antes de nada, hay que contar con una buena idea que sea factible de llevar a cabo y conocer cuál es la viabilidad del proyecto. Después viene la financiación, en donde tener un plan de negocio debidamente estructurado con las características de la empresa, será crucial para intentar conseguir inversores o prestamistas que hagan despegar el nuevo negocio.
El plan de negocio es un documento creado por el emprendedor en el que se detallan sus ideas y las formas de llevarlas a cabo, y se trata del punto de partida de su desarrollo empresarial. Desde Fundación Caja Rural Burgos apoyamos el emprendimiento en todas sus formas, por eso, te vamos a explicar cómo hacer un plan de negocio de manera sencilla.
Características de un plan de negocio
Cada plan de empresa tiene sus propias particularidades dependiendo de los objetivos y necesidades de cada uno pero, como regla general, para que triunfe debe ser:
- Atrayente a simple vista. Una maquetación sugerente que facilite la lectura con párrafos cortos, infografías explicativas y un diseño formal, tendrá más posibilidades de que quien lo reciba lo mire con gran interés.
- Un contenido claro y preciso. Se trata de presentar las ideas y los proyectos de manera sencilla sin incurrir en tecnicismos y frases largas que aburran o frustren al lector. Lo esencial es que incite a la persona que lo lea a estudiar la viabilidad del proyecto.
- Persuasivo e interesante. No es necesario que este tipo de documento sea muy creativo, basta con que sea lo suficientemente ocurrente para que resulte interesante. Además, para facilitar su lectura, puedes acompañarlo de vídeos o presentaciones que resuman el contenido.
- Con una documentación factible. Las referencias que hayas incluido en este plan de negocio, deben ser relevantes y estar actualizadas, dándole un toque de profesionalidad. Además, se recomienda citarlas en los pies de páginas y en referenciarlas en los anexos.
Crea tu plan de negocio en 6 apartados
Además de para mostrar el proyecto empresarial a los posibles inversores, el plan de empresa sirve como instrumento de análisis al propio emprendedor para evaluar su idea de negocio y las posibles desviaciones. Por eso, es imprescindible que este documento lo realicen los propios empresarios creadores de la empresa.
Así, un plan de empresa debe contener los siguientes apartados:
1- El resumen ejecutivo
Es la primera parte que van a leer los posibles inversores, por lo que tiene que ser lo suficientemente atrayente para captar su atención. Así, se debe incluir de manera resumida:
- Las características del producto o servicio.
- Los problemas o necesidades que puede resolver.
- El público a quién estará dirigido.
- La oportunidad de mercado.
- Las necesidades de financiación.
- La rentabilidad esperada.
2- La presentación de la idea
Este apartado contendrá una descripción más detallada del producto o servicio que se ofrece, mostrando su exclusividad respecto a la competencia y las necesidades que va a resolver.
Además, se describirá la idea del proyecto desde sus inicios: cómo surgió la idea y cómo se ha ido materializando, y cuáles son los objetivos que se quieren conseguir con el negocio. También es recomendable incluir la capacidad de compromiso, el esfuerzo y la implicación que se va a tener con el desarrollo del proyecto.
3- Las características del mercado
Aquí se incluirá un estudio del mercado al que se quiere dirigir con todas sus características: tamaño, crecimiento, barreras, tendencias, capacidad de beneficio,…
Por otro lado, se especificará la segmentación de todos los públicos objetivos con sus características demográficas y sociales y el porcentaje del número de clientes a los que se quieren llegar, con respecto al volumen del mercado.
4- Las estrategias promocionales
En este punto se tiene que elaborar el plan de marketing de la empresa. Así, se incluirá el precio del producto, dónde y cómo se va a distribuir y cómo vamos a darlo a conocer: publicidad, marketing digital, relaciones públicas, promociones,… Es importante que se detalle la imagen de marca de la empresa y cómo la vamos a relacionar con la estrategia promocional y de ventas.
Además, se deben señalar cuáles van a ser los instrumentos para medir los resultados económicos y las reacciones del público ante el producto o servicio.
5- El plan financiero
En esta parte, hay que traducir todo lo explicado anteriormente a números. De esta manera, se preverá cuáles van a ser los ingresos, los gastos y el beneficio que se puede conseguir con la venta de nuestro producto.
Lo ideal sería crear un balance de resultados provisional para justificar todos los movimientos de dinero que se harían. Después, hacer una previsión de lo que ocurriría a largo plazo en un período de unos 5 años por ejemplo, y cuáles serán las necesidades de financiación durante este tiempo.
6- El plan de gestión de crisis
El último apartado deberá estar centrado en una estrategia de actuación ante posibles riesgos. Principalmente se trata de estudiar cuáles son las áreas en donde algo puede salir mal y analizar qué consecuencias pueden aparecer y cómo las afrontaría la compañía.
Es un paso muy importante porque, en el caso de salir algo mal, tener un plan establecido puede ayudar mucho a reestablecer la empresa en un periodo de tiempo mucho más corto.
Además de estos seis apartados, también se deberá incluir una portada seria pero a la vez atrayente, un índice que ordene todos los apartados y un anexo para incluir las referencias de la documentación, especificaciones más técnicas de la empresa y de sus productos,… etc.
Con la redacción de un plan de negocio, será mucho más sencillo empezar a desarrollar la empresa y tendrás más posibilidades de conseguir financiación externa que apoye tu proyecto.