Una planta depuradora de aguas residuales es una instalación crucial para la protección del medio ambiente y la salud pública. Su principal función es tratar y purificar las aguas residuales antes de devolverlas al entorno natural.
Este proceso elimina contaminantes físicos, químicos y biológicos del agua, asegurando que sea segura para su descarga en ríos, lagos y mares. En este post, desde la Fundación Caja Rural, te contaremos sobre las plantas depuradoras de aguas residuales, qué son, su esquema de funcionamiento y cómo se protege el medio ambiente con su funionamiento.
¿Cómo es el proceso de depuración de aguas residuales?
El tratamiento de aguas residuales incluye varias etapas. La primera es la pretratamiento, donde se eliminan los sólidos grandes y la arena.
Luego, en la tratamiento primario, se separan los sólidos sedimentables y flotantes mediante sedimentación. El siguiente paso es el tratamiento secundario, donde se utilizan procesos biológicos para eliminar la materia orgánica disuelta.
En algunos casos, se emplea un tratamiento terciario para eliminar contaminantes específicos como nutrientes y microorganismos patógenos.
Las plantas depuradoras no solo protegen los cuerpos de agua de la contaminación, sino que también recuperan recursos valiosos como el agua reutilizable y los biosólidos que pueden ser usados como fertilizantes.
Además, contribuyen a prevenir enfermedades transmitidas por el agua y a mejorar la calidad de vida en las comunidades cercanas.
¿Cuáles son las partes de una depuradora de aguas residuales?
Una planta depuradora de aguas residuales está compuesta por diversas unidades que trabajan en conjunto para asegurar un tratamiento eficiente del agua. A continuación, te describimos las principales partes de una planta depuradora:
- Rejas y desarenadores: estas son las primeras estructuras por las que pasa el agua residual. Las rejas eliminan sólidos grandes como ramas y plásticos, mientras que los desarenadores separan la arena y otros materiales pesados.
- Tanques de sedimentación primaria: en estos tanques, los sólidos más pesados se asientan en el fondo y los aceites y grasas flotan en la superficie. Este proceso reduce la carga de contaminantes en las siguientes etapas.
- Reactor biológico: aquí se lleva a cabo el tratamiento secundario. Se utilizan microorganismos para descomponer la materia orgánica disuelta en el agua. Existen varios tipos de reactores biológicos, como los de lodos activados y los biodiscos.
- Clarificadores secundarios: después del tratamiento biológico, el agua pasa por estos tanques donde se separan los lodos biológicos. Los lodos se reciclan en el proceso o se envían a tratamiento adicional.
- Tratamiento terciario: en esta etapa se eliminan contaminantes específicos y se desinfecta el agua. Pueden usarse métodos como la filtración, la adsorción con carbón activado y la desinfección con cloro o luz ultravioleta.
- Tratamiento de lodos: los lodos generados durante el proceso de tratamiento son espesados, deshidratados y, a menudo, estabilizados mediante digestión anaerobia. Los biosólidos resultantes pueden utilizarse como fertilizantes.
- Tanques de almacenamiento y equipos de bombeo: Son esenciales para el manejo y distribución del agua tratada y los lodos.
¿Cuáles son las consecuencias de las depuradoras de aguas residuales en los peces?
Las plantas depuradoras de aguas residuales tienen un impacto significativo en los ecosistemas acuáticos, incluyendo las poblaciones de peces. Si bien el objetivo principal es mejorar la calidad del agua, es importante considerar tanto los efectos positivos como los negativos de estas instalaciones en los peces.
Efectos positivos:
- Reducción de contaminantes: las plantas depuradoras eliminan una gran cantidad de contaminantes químicos y biológicos del agua residual, lo que reduce la toxicidad y mejora la calidad del agua en ríos y lagos. Esto proporciona un entorno más saludable para los peces y otras formas de vida acuática.
- Disminución de la eutrofización: al eliminar nutrientes como el nitrógeno y el fósforo, las plantas depuradoras ayudan a prevenir la eutrofización, un proceso que puede causar la proliferación de algas nocivas y la muerte de peces debido a la falta de oxígeno.
Efectos negativos:
- Productos químicos residuales: aunque las plantas depuradoras eliminan muchos contaminantes, algunos productos químicos, como los medicamentos y los productos de cuidado personal, pueden no ser completamente eliminados. Estos compuestos pueden tener efectos hormonales y tóxicos en los peces.
- Cambios en la temperatura y el flujo de agua: las plantas depuradoras pueden alterar la temperatura y el flujo del agua, afectando los hábitats naturales de los peces y sus patrones de reproducción.
- Acumulación de metales pesados y otros tóxicos: en algunos casos, los lodos tratados pueden contener metales pesados y otros contaminantes que, si no se gestionan adecuadamente, pueden volver al medio ambiente y acumularse en los peces.
¿Las actuales plantas depuradoras de aguas residuales eliminan totalmente los nuevos compuestos químicos del mercado?
La revista ‘Science of The Total Environment’ ha publicado el artículo ‘Determination of endocrine disrupting compounds and their metabolites in fish bile’. Este estudio, llevado a cabo entre mayo y junio de 2012, analizó diversos lugares: el puerto pesquero de Ondarroa, la Marina de Deba, el estuario de Gernika (junto a la corriente de vertido de la depuradora) y los puertos industriales de Pasaia y Santurtzi. El pez elegido para el estudio fue el corcón o muble (Chelon labrosus).
Se extrajeron muestras de agua y se compararon con las concentraciones de compuestos en los peces. Según Asier Vallejo, uno de los investigadores del grupo, “Gernika fue el punto de mayor concentración de compuestos y en el que mayor número de peces intersex se recogieron”. Esto se debe a que la mayoría de las plantas depuradoras de aguas residuales no están preparadas para eliminar los nuevos compuestos químicos que aparecen en el mercado.
Este fenómeno no es exclusivo del País Vasco, sino que afecta a todo el planeta. Sin embargo, según Vallejo, no hay motivos para estar especialmente alarmados, al menos no por el momento. Los peces analizados no suelen consumirse en el País Vasco y suelen alimentarse entre los residuos.
Metodología del análisis de plantas depuradoras de aguas residuales
Para conocer la concentración de compuestos, se analizó el nivel de estos en la bilis de los peces capturados mediante un nuevo método analítico, basado en la extracción de fase sólida y la cromatografía de gases-espectrometría de masas.
Las muestras de bilis contenían diversos compuestos que no se detectaron en el agua, lo que demuestra la capacidad de acumulación de dichos compuestos en los peces. Sin embargo, es necesario investigar más a fondo sobre este tema.
En resumen, las plantas depuradoras de aguas residuales son esenciales para la protección del medio ambiente y la salud pública, pero es crucial gestionarlas de manera que minimicen los impactos negativos en los ecosistemas acuáticos y las poblaciones de peces.