Si eres de Burgos, probablemente creas que has visto o sabes, al menos para salir del paso, cuáles son los principales monumentos de la ciudad y algunas de sus principales características. Que la Catedral es de estilo gótico francés, que la Cartuja de las Huelgas nació como una orden femenina, o que los gigantillos originales se incendiaron. Seguramente, has visitado todos (cuando un familiar fuera de Burgos ha venido a verlos), pero hay otros pedazos de nuestra historia que tienen la suya propia.
Hay muchos otros resquicios de patrimonio que, literalmente, ves todos los días, pasas por delante o pisas, y quizás no sepas por qué están ahí, qué han visto ni quién ha pasado por ahí siglos atrás. En Fundación Caja Rural de Burgos, cada mes realizamos un vídeo dedicado a uno de estos lugares que merecen más reconocimiento. Llevamos durante meses acercando Burgos a los burgaleses, intentando que, además de ese orgullo que nos caracteriza cuando portamos nuestra bandera ante alguien de otra ciudad, tengamos más datos para estar así de orgullosos.
Historia de las estatuas del Espolón
Las estatuas del Espolón son algunos de los habitantes más longevos de la ciudad. Son “cuatro reyes” ligados a la historia de Burgos: Alfonso XI, Enrique III, Fernando I y Fernán González.
- Alfonso XI: Rey de Castilla coronado en 1331.
- Enrique III, “el doliente”: Rey de Castilla entre 1390 – 1406 y primer Principe de Asturias.
- Fernando I de León: Conde de Castilla entre 1029 – 1038.
- Fernán González: Conde de Castilla entre 931-970.
Un siglo después, donados esta vez por Isabel II, otros cuatro vecinos de estilo neoclásico —Teodorico I, Juan II, San Millán de Cogolla y Alfonso VI.
- Teodorico I: Rey de los Visigodos entre 418 – 451.
- Juan II: hijo de Enrique III y rey de Castilla entre 1406 – 1454.
- San Millán de Cogolla: ermitaño considerado santo.
- Alfonso VI, “el bravo”: Rey de Castilla entre 1065 – 1109.
Historia de la cartuja de Miraflores
La Cartuja de Miraflores, que todos conocemos de sobra, al menos por fuera, sigue siendo una gran desconocida en su arquitectura e historia interior. Por ejemplo, el retablo mayor es uno de los mayores exponentes de la escultura gótica hispánica por su composición e iconografía. Está realizado por Gil de Siloé y Diego de la Cruz. Los sepulcros reales fueron encargados por la reina Isabel “la Católica”. Existen dos sepulcros; el de Juan II e Isabel de Portugal.
Además, existen muchos otros elementos a tener en cuenta, como las vidrieras, las sillerías de Coro, los altares menores, la capilla de San Bruno o la sacristía. También existe una exposición permanente titulada “De lo bello a lo divino” con piezas de calidad suprema. En esta colección podemos encontrar obras como La anunciación, de Pedro Burreguete, un bojarte (una tabla para oficiar misas) de mediados de siglo XV, vestimentas litúrgicas de los siglos XVI y XVII, o La elevación de la Cruz, de Joaquín Sorolla, entre otras.
Historia del puente de San Pablo
Puede que hayas pasado más de mil veces por encima, hayas leído las inscripciones de las estatuas que lo recorren y hayas parado en la mitad a ver si había patos cruzando el río por debajo, pero ¿qué sabes realmente del puente de San Pablo?
Su cometido original era descongestionar el tráfico al Mercado Mayor, donde actualmente se encuentra la Casa del Cordón. Sin embargo, el tráfico que atrajo fue tal que, entre los siglos XIV y XVIII, el puente sufrió numerosas reformas y remodelaciones, llegando a haber derrumbes. Durante el s. XX, el creciente tráfico de vehículos deterioró rápidamente la estructura, no restaurándose hasta después de la Guerra Civil.
Y, por cierto, esas estatuas que parece que llevan toda la vida, como el río que cruzan, realmente sólo están ahí desde 1954, cuando el escultor Joaquín Lucarini las instaló. Este hecho se llamó el “Ciclo Cidiano”, que constó de ocho figuras:
- Doña Jimena, esposa de El Cid.
- Diego Rodríguez, hijo del Cid.
- San Sisebuto, abad del monasterio de San Pedro de Cardeña.
- Jerónimo de Peribot, clérigo que en el cantar acompaña al Cid y recibe el obispado de Valencia.
- Martín Antolínez, ilustre burgalés, amigo de Rodrigo.
- Álvar Fáñez, sobrino y hombre de confianza del Campeador.
- Martín Muñoz, conde de Coimbra.
- Bengalbón, alcalde de Molina de Aragón y amigo del Cid.
Historia del Consulado del Mar
Volviendo al paseo del Espolón, ¿alguna vez te has fijado en el Consulado del Mar? Sí, es ese edificio que alberga la Academia de Dibujo provincial. Sí, antes era un consulado marítimo. En Burgos. Fue creado por Isabel I en 1494 como una asociación mercantil que unía el comercio de Burgos con el de Flandes en la Edad Moderna. Se exportaba lana castellana y se importaban paños y telas.
Los comerciantes compraban lanas a los propietarios de los rebaños, que eran dirigidas al Consulado. Desde ahí, las lanas eran enviadas a Bilbao o Laredo para su posterior exportación a Flandes. El actual edificio fue construido entre 1795 y 1796 y diseñado por el arquitecto Manuel de Eraso. La obra, de corte neoclásico, se completa con un ancla en el frontal, símbolo del Consulado.
Si te ha interesado algo de la información que os hemos dejado no dudes en ver los vídeos, darte un paseo y ver estos pedazos de historia tú mismo/a.