Cuando hablamos de empresas de reciente creación, seguramente se te viene a la cabeza la palabra Pyme. Y es que se trata del caso más habitual ya que no es común fundar una gran empresa de la noche a la mañana.
Sin embargo, existe otro concepto para estas nuevas empresas: ‘startup’, y muchas veces tiende a confundirse con Pyme por esta idea de empresa recientemente creada. Pero la realidad es que utilizar la palabra startup para referirnos a cualquier compañía que se pone en marcha no es correcto: existen varios matices entre estos modelos de negocio.
¿Qué es una pyme?
Como sus siglas indican, las pymes engloban a las pequeñas y medianas empresas y estas se clasifican así por su tamaño y facturación:
- Microempresas. Son aquellas compañías que cuentan con 10 o menos empleados y con un volumen de negocio menor o igual de dos millones de euros anuales.
- Pequeñas empresas. Son las que cuentan con entre 10 y 50 trabajadores y su volumen de negocio ese inferior o igual que 10 millones de euros anuales.
- Medianas empresas. Son las conformadas por entre 50 y 250 miembros y su volumen de negocio no puede superar los 50 millones de euros anales.
El ámbito de actuación de estas empresas suele ser local o, a grandes rasgos, nacional.
¿Qué es una startup?
Por su parte las startups más allá de la constitución de su tamaño o sus ingresos, se caracterizan por tener siempre un componente de innovación y de tecnología. Además, siempre tienen unas perspectivas muy amplias de crecimiento incluso a nivel internacional.
¿Cuáles son sus principales diferencias?
Más allá de esta primera definición que diferencia las startups de las pymes por su carácter innovador y tecnológico, existen otras características distintas entre ambos modelos de negocio.
1- El mercado de alcance
En los primeros años de vida de una empresa, suele ser difícil tener bien definido el mercado de actuación, pues lo ideal es ir probando en cuál va a funcionar mejor y tener perspectivas de crecimiento.
A pesar de ello, las pymes se suelen constituir con un enfoque local y, a amplias vistas a nivel nacional, mientras que las startups buscan dirigir sus productos o servicios con miras al mundo internacional.
2- La manera de crear empleo
En relación con el mercado geográfico de cada modelo de negocio, está la forma de crear empleo. Así, las pymes generan más trabajo a nivel local y, dado su tamaño de empresa, crean un número más o menos establecido de puestos de trabajo.
Por el contrario, las startups pueden llegar a crear empleo en diferentes países ya que, por lo general, el trabajo que se requiere se puede hacer desde cualquier parte del mundo. Igualmente, los equipos de estas empresas suelen estar compuestos por personas con diferentes capacidades, por lo que entran en juego diferentes sectores de trabajo.
3- Forma diferente de ver la innovación
Aunque las pymes pueden innovar en su forma de hacer negocio en sus ciclos de expansión y mejora de la empresa, no se trata de su objetivo principal, pues se trata de crear un modelo de negocio que busca satisfacer las necesidades de los clientes.
En cambio, en el ADN de las startups está integrado ese componente de innovación; no solo en su producto sino que también puede estar integrado en los procesos, en el modelo de negocio o en la tecnología que utilizan para llevarlo a cabo.
4- La financiación
Mientras que en las pymes el capital para formar la empresa viene, en gran medida, de ahorros del propio fundador y de préstamos puntuales, en las startups el inversor externo o business angel coge gran importancia.
La ley de startups
Como nos explican nuestros compañeros del blog de ruralvía, ante el auge del crecimiento de empresas innovadoras de este tipo, se ha hecho necesario impulsar una ley que regule estos modelos de negocio: la Ley de Startups.
Aunque todavía no está creada, sí que se ha realizado una consulta pública para la elaboración del texto del anteproyecto. Su idea es conocer la opinión real de los ciudadanos, de las empresas y de los empresarios sobre las necesidades de este ecosistema.
Así, las medidas de apoyo e impulso de las startups que se pretenden incorporar en esta futura ley son las siguientes:
- Incentivos fiscales a las actividades de investigación, innovación, desarrollo y tecnología.
- Apoyos a la captación y mantenimiento del talento e incentivos en Seguridad Social y material laboral.
- Favorecer la diversidad de género en el emprendimiento y favorecerlo en colectivos vulnerables.
- Incentivos a grandes empresas para que desarrollen startups en su ciclo de producción.
- Simplificar las cargas administrativas.
- Impulsar los instrumentos de compra pública que promuevan la participación de startups en la Administración.
Como ves, las diferencias entre una nueva empresa ya sea pyme o startup son notables. Por ello, si estás pensando en montar alguna de ellas y tienes dudas sobre su funcionamiento y las opciones de financiación, no dudes en consultar en tu oficina Cajaviva Caja Rural más cercana.