El principal objetivo del programa ‘Pequeños Emprendedores’, en el que participa Fundación Caja Rural Burgos y Cajaviva Caja Rural, es fomentar los valores del cooperativismo entre los más jóvenes y que conozcan cómo funciona la creación de una empresa de estas características.
En este sentido, un total de 568 participantes de diferentes niveles educativos han participado en la edición de este año, entre ellos chicos de 5º y 6º de primaria que crearon sus propios productos para después venderlos en la Feria de Cooperativas.
Pero no todo fueron productos. Los niños del colegio Los Vadillos decidieron ir más allá del planteamiento puramente comercial y crearon una cooperativa para ‘vender felicidad’ entre todos los estudiantes del centro escolar. Y así es como han conseguido mejorar la convivencia dentro del colegio.
Cooperar para conseguir la inclusión y la prevención de conflictos
El respeto y la tolerancia entre alumnos es el germen de este proyecto. “Desde hace años, tenemos en el centro un plan de hermanamiento entre los chicos de diferentes cursos para fomentar la cooperación, que se ayuden y jueguen juntos” explicaba el director de Los Vadillos Ignacio Villar.
A raíz de este plan, surgió la idea de que los propios alumnos gestionasen y dirigiesen la convivencia en el colegio para prevenir los posibles conflictos a través de diferentes juegos de inclusión para todos. Con ello, vieron la oportunidad de presentar esta original idea al programa Pequeños Emprendedores y que los chicos aprendiesen a crear una cooperativa a la vez que fomentaban las relaciones de cooperativismo entre el resto de compañeros.
Así, nació la empresa ‘Vadiconvi’, conformada a su vez por dos sociedades, una de cada clase de sexto de primaria: ‘Vadileo al rescate S. Coop’. y ‘Convivare S. Coop’. Aunque cada una trabaja como una cooperativa diferente con sus propios socios y funciones, han unido sus fuerzas para trabajar conjuntamente por un colegio más hermanado.
Durante todo el curso, han realizado diferentes actividades para conseguir este objetivo y han dado todos los pasos, con la ayuda de Fundación Caja Rural Burgos, necesarios para formalizar una cooperativa: “Hemos creado el nombre y el logotipo, y hemos aportado el capital social de un euro cada uno para formar la empresa, aunque no vamos a obtener beneficios porque lo que vendemos es gratis. Después, fuimos a la Junta de Castilla y León a entregar los estatutos para que la empresa fuera legal. Y más tarde, pedimos un permiso en el Ayuntamiento para poder poner el puesto en el parque de los poetas”, describía Elisa Blanco, la presidenta de ‘Vadileo al rescate’.
Actividades para mejorar la convivencia
Sus actuaciones se centran en juegos tradiciones que realizan en los recreos para todos los escolares. “Nos hemos basado en juegos tradicionales que no sean sexistas y que juegan todos los niños como los campos quemados, el pañuelo, la araña, las chapas, las cuatro esquinas o los relevos de remolque. Además, como tenemos niños autistas, creamos unos carteles con pictogramas para que ellos entendieran las reglas de los juegos”, comentaban el director y los integrantes de las cooperativas. La idea consistía en que jugasen entre todos y que nadie se quedase solo.
Además de los juegos, los chicos también han creado unos propósitos de convivencia diseñados para cada grupo del colegio. “Todos los meses pasamos por cada clase a ver si han cumplido los objetivos de comportamiento o de relaciones sociales que se han marcado para ese mes. Si los cumplen les regalamos un diploma y si consiguen dos diplomas seguidos les damos una chapa”, señalaban Elisa, Julia y Juan, componentes de las empresas.
“Pese a que los chicos gestionan todas las actuaciones con la ayuda de sus tutores, hemos conseguido implicar a todo el centro”, explicaba Villar. Y es que todos los profesores han hecho lo posible por animar a sus alumnos a participar en los juegos y en la evaluación mensual. No hay mejor manera de manifestar los valores cooperativos.
Objetivos cumplidos
Como valoración general la experiencia no ha podido resultar más exitosa para los jóvenes. “Nuestro objetivo era que todos los niños puedan jugar juntos, que no haya peleas ni conflictos, ayudar a los demás y que todos seamos felices. Y lo hemos conseguido”, declaraba una de las integrantes de Convivare S. Coop.
En este sentido, han trabajado en la resolución de conflictos dando posibles soluciones a los chicos enfrentados y haciendo que cooperen entre sí para que no vuelvan a pelearse. “Hemos conseguido que ahora no haya conflictos serios en el recreo y que muchos niños que no se llevasen bien ahora lo hagan”, expresaba Elisa.
De igual modo, en los juegos también se encontraron problemas que han sabido solucionar. “Había niños, sobre todo los más pequeños, que no querían jugar a los juegos que nosotros proponíamos o que no los entendían. Pero conseguíamos que participaran: o les hacíamos jugar a otra cosa, o recreábamos el juego para que viesen cómo había que hacerlo y se animasen”, en palabras de una socia de la cooperativa.
Así, esta experiencia ha conseguido que los niños se sientan satisfechos con sus actuaciones y que crezcan interiormente como personas cooperativas y responsables a la hora de tomar decisiones. Por eso, su balance es positivo e incluso crítico. “Esta experiencia nos ha unido más cómo grupo. Pero, por otro lado, ahora nos damos cuenta de que hay cosas que podríamos haber mejorado o haber reaccionado de otra manera. Pero haremos propuestas de mejora para otros años”, comentaba una de las alumnas.
Un futuro cooperativo
Y es que el proyecto tiene amplias vistas de futuro. El director del centro, indicaba que tiene el compromiso de que estos estudiantes ayuden el próximo año a los nuevos ‘veteranos’ del centro a llevar a cabo esta actuación de buena convivencia y que se traslade año a año. “Cuando hemos hecho estas actividades, el patio del colegio se ha transformado, no había gritos ni peleas en el recreo, todos estaban jugando entre ellos y eso es algo que no se consigue fácilmente”, comentaba Ignacio Villar.
No hay nada como unas dosis de compañerismo, solidaridad y buenas prácticas sociales para conocer los valores cooperativos y tratar de mejorar el mundo.