El Valle de Las Caderechas se localiza al noroeste de la comarca burgalesa de La Bureba. Se distingue por su particular relieve, su microclima y su vegetación. Este valle es tradicionalmente conocido por la calidad de su fruta. De hecho, en el Monasterio de San Salvador de Oña, existen multitud de referencias a la producción de cerezas y manzanas que datan desde el año 1032 hasta el año 1318.
Se han encontrado multitud de documentos de compra-venta, cesión de uso de fincas, arrendamiento, herencias y donativos a favor del Monasterio. También, en el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar de Pascual Madoz, publicado en el año 1845, aparecen citas sobre la producción de manzanas y cerezas en diversas localidades del valle.
En el año 2000 nació la Asociación de Productores y Comerciantes del Valle de las Caderechas gracias a la iniciativa de un grupo de fruticultores del Valle. Todo con el objetivo de conseguir poner en valor su fruta garantizando su calidad, diferenciarla y darle prestigio ante el consumidor. Esto se consiguió cuatro años más tarde con la aprobación de las Marcas de Garantía “Cereza y Manzana Reineta del Valle de las Caderechas” por parte del Instituto Tecnológico Agrario de la Junta de Castilla y León.
Este sello de calidad ampara productos alimentarios diferenciados y certificados. Las características del producto son garantizadas al consumidor por controles internos y externos. La obtención de estos distintivos supone un referente en la provincia de Burgos. El sello también ha ayudado a que el Valle de Caderechas se conozca tanto por la calidad de su fruta, como por la belleza de sus paisajes.
La fruta de las Caderechas es sinónimo de calidad
Precisamente para dar a conocer este producto y promocionar su consumo, se llevan a cabo diferentes acciones. Algunas de estas incluyen la elaboración de folletos turísticos o la celebración de ferias y fiestas gastronómicas. Desde hace casi una década, Fundación Caja Rural apuesta por ambas marcas apoyando los diversos eventos de promoción que anualmente se llevan a cabo.
La cereza del Valle de las Caderechas tiene un sabor y un olor particulares, muy apreciados por el consumidor. Lo que les da ese toque especial es el equilibrio que mantienen entre dulzor y acidez. Otra de sus características es lo tardío de su fecha de recolección, ya que normalmente, en otras regiones fruteras españolas, la temporada de recolección se inicia en abril.
En cambio, en Las Caderechas empieza en junio y se prolonga hasta la primera semana de agosto. Las características propias del Valle de Las Caderechas hacen que existan un gran número de variedades de cereza. Tanto es así que la marca de garantía ampara 10 variedades.
La manzana reineta de las Caderechas tiene una agradable acidez compensada con un alto contenido en azúcares. Este sabor intenso es lo que distingue a las reinetas del valle de las producidas en otras regiones.
También es característica la herrumbre superficial o ‘russeting’, un moteado de color pardo que cubre parte de su piel y que constituye una garantía de origen. En este caso, la marca de garantía ampara dos variedades de reinetas: la reineta blanca, con su agradable y característico sabor y la reineta parda o gris con una carne crujiente y jugosa y de sabor muy característico.
Este producto es muy apreciado tanto para el consumidor final, como para un uso culinario. Muchos la proclaman como la “reina de las manzanas” por su versatilidad y su perfecto equilibrio de sabor que la hacen una base perfecta para salsas, como acompañamiento a platos principales o para la elaboración de postres.
Una cooperativa para poner en valor la fruta
Otro de los hitos de referencia en las Marcas de Garantía de las Caderechas es la puesta en marcha en 2015 de la Sociedad Cooperativa CADEFRUIT. Esta Sociedad trabaja para comprar en conjunto y conseguir precios más competitivos. Desde su nacimiento, Fundación Caja Rural colabora con CADEFRUIT en las labores de gestión de la sociedad cooperativa. Esto incluye dar cobertura a los cooperativistas con el objetivo de respaldar a los pequeños productores del Valle de las Caderechas.
La fruta han servido también para convertir el Valle en un importante foco de atracción turística gracias a la floración de los frutales en primavera. En este 2023, las heladas del mes de abril han provocado un gran daño tanto en la cosecha de cereza como en la manzana. Tanto es así que la producción de cada marca, que suele rondar los 250.000 kg en una campaña normal, se va a ver mermada. Se espera una de las peores campañas que se recuerdan al haberse perdido prácticamente toda la cosecha.
Sin embargo, zonas como Hozabejas, Rucandio y Herrera, salvarán algo de fruta por su situación geográfica. Su orografía, más elevada que el resto del valle, permite que el frío habitualmente no golpee tanto y la fruta quede más resguardas de las bajas temperatura.
A pesar de estas circunstancias climatológicas adversas en esta vigésima campaña, la Asociación de Productores y Comerciantes del Valle de las Caderechas y la cooperativa CADEFRUIT sigue apostando por las marcas como lo han estado haciendo hasta ahora. Este apoyo incluye la realización de cursos de formación, trabajos de investigación encaminados a mejorar la producción de estos cultivos, y con eventos ligados a la gastronomía.