La presencia de zabro en el campo burgalés, principalmente en zona de la Bureba, está suponiendo una de las preocupaciones de los agricultores una vez terminada la siembra del cereal.
¿Qué son las larvas de zabro?
Las larvas del zabro de los cereales (Zabrus tenebrioides) aparecen al inicio del otoño. Pueden estar varios días e incluso meses sin alimentarse si las condiciones de humedad y temperatura no son favorables. Cuando el otoño es suave y húmedo, los huevos eclosionan temprano y se produce un desarrollo ininterrumpido de las larvas. Excavan galerías en el suelo de hasta 30 cm de profundidad en las que se alojan durante el día. Salen por la noche para alimentarse de las hojas, originando los daños más importantes, sobre todo si la climatología del invierno es suave.
El periodo de actividad larvaria se mantiene desde septiembre hasta finales de abril. En función de la temperatura, la metamorfosis tarda de 12 a 20 días. El adulto no aparece sobre la superficie del suelo hasta que sus tegumentos están endurecidos y pigmentados, y esto suele ocurrir a partir de la segunda quincena de mayo.
Los adultos emergen a finales de la primavera, cuando las espigas de trigo son todavía jóvenes. Por la noche se alimentan de flores y de granos lechosos.
El comienzo de la puesta de huevos depende, sobre todo, de la humedad del terreno. Puede comenzar a finales de julio y se prolongará hasta septiembre. Las hembras ponen un centenar de huevos que depositan en pequeños grupos de 3 a 5 en galerías. La incubación dura de dos a tres semanas. La gran mayoría de adultos muere al comienzo del invierno.
El enemigo de los campos burgaleses
El pasado año ya se detectó la presencia de las larvas de este coleóptero en nuestros campos. Estas larvas se alimentan de las primeras hojas de cereales (trigo y cebada), devorándolas respetando los nervios, por lo que aparecen deshilachadas, comprometiendo en muchos casos el correcto nacimiento del cultivo. Este es el momento de mayor sensibilidad, debiendo continuar la vigilancia hasta el ahijamiento. Esta plaga no suele afectar a la avena.
Consejos para evitar el zabro
La presencia de esta plaga puede afectar en gran medida al rendimiento del cereal. Por tal motivo se recomienda a los agricultores que vigilen la posible incidencia, a fin de evitar las resiembras. Desde la Fundación Caja Rural Burgos se aconseja en este sentido tomar las siguientes medidas:
- La rotación de cultivos, evitando repetir la siembra de trigo o cebada en parcelas que en años anteriores se vieron afectadas.
- Eliminar el rastrojo y el ricio mediante medios mecánicos.
- Retrasar la siembra.
Una vez advertida la presencia de zabro, y dentro del umbral definido en cada caso, se podrán utilizar los productos fitosanitarios autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Las asociaciones de agricultores reclaman, así mismo, la posibilidad de la quema controlada de rastrojos como medida profiláctica.