Fundación Caja Rural Burgos, Cajaviva Caja Rural y la Asociación IGP Morcilla de Burgos han firmado un acuerdo de carácter estratégico y económico. Queremos ser apoyo en el ámbito financiero y dar cobertura a cualquiera de sus necesidades. Incluso en un hipotético proceso de internacionalización. La morcilla de Burgos es parte de nuestra identidad y, por ello, decidimos apoyar este sello de origen y calidad que pone un magnífico broche a la marca Burgos.
Reconocemos así el trabajo de las pequeñas empresas. La mayoría están en el entorno rural y son motor de la economía de sus respectivos pueblos. Contribuiremos a que esto siga así y la morcilla de Burgos traspase fronteras y se haga cada día así un poco más grande. Cada morcilla de Burgos es diferente pero los productores, sin duda, trabajan por un bien común. Por ello, cabe destacar que el uso de terceros es perjudicial. Sobre todo para los consumidores, que compran una imitación, y para los productores, que repercute tanto en sus ingresos como en la reputación de producto.
Roberto Dasilva, presidente de la Asociación IGP Morcilla de Burgos, agradece “el primer convenio que tenemos en marcha y además con una institución local”. “Es fundamental contar, enseñar y apoyar este producto, cada vez que se hable de morcilla se hablará de Burgos“, asegura Dasilva. Además, permite impulsar un sector que crea 200 puestos directos de empleo. Actualmente, hay aproximadamente 28 empresas fabricantes de morcilla. De las cuales, nueve están inscritas y cinco más en solicitud dentro del proyecto. El presidente de la asociación subraya que los pequeños obradores también pueden adherirse.