Alimentar a más de 10.000 millones de personas sin agotar los recursos del planeta es el principal reto de la agricultura sostenible. Este enfoque abarca un conjunto de técnicas y políticas aplicadas a la producción agroalimentaria con el objetivo de asegurar la seguridad alimentaria y promover ecosistemas saludables.
La agricultura sostenible no solo busca satisfacer las necesidades actuales del mercado en términos de calidad y cantidad, sino también las futuras. Asimismo, apoya la gestión sostenible de los recursos naturales, el agua y la tierra.
Desafíos de la agricultura sostenible
En los últimos años, fenómenos como el cambio climático, la superpoblación, el éxodo rural y la limitación de tierras de cultivo han alterado significativamente el suelo agrícola. Por ello, es fundamental garantizar que todas las personas en cualquier parte del mundo tengan acceso a una alimentación saludable y agua potable. Este es uno de los objetivos clave de la agricultura sostenible para los próximos años.
Principios del desarrollo sostenible según la FAO
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha establecido cinco principios para guiar el desarrollo sostenible de las producciones agrícolas:
- Mejorar la eficiencia de los recursos: es esencial optimizar el uso de los recursos disponibles.
- Conservar, proteger y mejorar los recursos naturales: se deben tomar acciones directas para proteger y mejorar el medio ambiente.
- Promover el bienestar social: las producciones agroalimentarias deben contribuir al bienestar social para ser consideradas sostenibles.
- Aumentar la resiliencia de personas y ecosistemas: es crucial mejorar la capacidad de adaptación y superación frente a adversidades.
- Gestión eficiente de los gobiernos: una buena gobernanza es fundamental para la sostenibilidad de los sistemas naturales y humanos.
Diferencias entre agricultura sostenible y ecológica
Es importante distinguir entre agricultura sostenible y ecológica, ya que no son conceptos idénticos. La agricultura ecológica se define por la exclusión de productos químicos o tóxicos, como fertilizantes, pesticidas o herbicidas artificiales, con el objetivo de cuidar y preservar el medio ambiente y producir alimentos naturales.
Diferencias clave:
- Extensión del terreno cultivado: la agricultura sostenible se centra en la gestión eficiente de los recursos en terrenos más pequeños, mientras que la agricultura ecológica no limita la extensión de las hectáreas cultivadas.
- Necesidades de alimentación mundial: la agricultura ecológica no se enfoca en alimentar a la humanidad de manera sostenible a gran escala.
- Regulación y etiquetado: la agricultura ecológica está regulada y tiene un etiquetado que asegura la calidad de sus productos, mientras que la agricultura sostenible no está estrictamente regulada y requiere que el consumidor investigue sobre los métodos de producción.
- Exportación: la agricultura ecológica permite la exportación sin limitaciones, mientras que la agricultura sostenible promueve el consumo local o en zonas cercanas.
Como ves, es fundamental para garantizar una alimentación suficiente y saludable para la creciente población mundial sin comprometer los recursos naturales. Adoptar y promover principios y acciones sostenibles en la agricultura es clave para enfrentar los desafíos actuales y futuros. La diferenciación clara entre agricultura sostenible y ecológica ayuda a entender mejor sus objetivos y métodos, facilitando decisiones más informadas tanto para productores como para consumidores.