El Claustro Bajo de la Catedral de Burgos guarda el espectacular Belén Monumental de la Asociación Belenista ‘Regimiento de Transmisiones 22’. En su 27 edición, cuenta con más de 2.100 figuras, más de 10.800 metros de cable eléctrico, más de 500 puntos de luz, música, narraciones y efectos especiales. La visita se ha convertido en una cita obligada durante la Navidad burgalesa. Cada año, acoge a más de 30.000 visitantes de la provincia y del resto de España.
La principal finalidad de este belén es la solidaridad. Por ello, se establece 1€ por persona adulta (mayor de 8 años) como donativo. Todos los años, el dinero recaudado se destina a distintas asociaciones que se deliberan en la Junta de la Asociación. Este año, se va a dedicar a la Asociación de Daño Cerebral Burgos (ADACEBUR), Asociación Burgalesa de Laringectomizados (ABUL), Cáritas Castrense, Asociación Las Calzadas y Cabildo Catedralicio, para realizar obras de restauración en la catedral.
El Belén Monumental del ejército se puede visitar hasta el 6 de enero. El horario es de 12 a 14 horas por la mañana y de 17:30 a 21 horas pro la tarde. Se pueden pedir citas previas para grupos por teléfono.
Novedades del Belén Monumental
Cada año, el Belén Monumental de la Asociación Belenista ‘Regimiento de Transmisiones 22’ se reinventa. Las principales novedades de esta edición son las Termas Romanas (la parte de arriba se desmonta para que los visitantes puedan ver cómo está construido por dentro), el nuevo Palacio de Herodes, las casas donde se desarrolla el nacimiento de San Juan Bautista, el Cerco de Numancia y algunas figuras únicas.
Se pueden ver un total de 105 escenas, desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Más de 2.100 figuras, de las cuales 800 son únicas solicitadas a Artesanía Serrano en Murcia. Además de una gran ambientación con más 500 puntos de luz,10.800 metros de cable eléctrico y distintos efectos. “Hemos llegado al tope en escenas, por tanto, ahora recreamos el entorno con edificios, personas, animales y distintos efectos para dar más sensación de grupo”, explica Enrique Menayo, uno de los organizadores. La nieve, la niebla e incluso la explosión de un volcán dan mayor realismo a esta bonita obra.
“Es un belén de Burgos, para los burgaleses y visitantes de la ciudad”, asegura Menayo. Este año, ha acudido un grupo de Valladolid de la Junta de Castilla y León que eran sordos, mudos y ciegos. “Cada uno venía con su propio guía y les iban explicando el recorrido con el lenguaje de los signos plasmado en sus propias palmas de las manos, estas cosas son las que nos hacen seguir adelante”, cuenta Menayo.
Origen y evolución del belén
La idea surge en el año 1992. Enrique Menayo estaba destinado en otra unidad y se reúne con otro compañero que había hecho un pequeño belén. A partir de ese momento, nace un proyecto con mucho futuro. Comienzan a desarrollar el belén con figuras y escenas clásicas, como la anunciación o el nacimiento. Hasta completar las 105 escenas. Un gran despliegue que ha implicado “más logística, más medios y buscar más patrocinadores”, asegura Menayo.
En este momento, la unidad organizadora está compuesta por unos 40 militares. Durante estos días, compaginan su trabajo con el montaje y mantenimiento del belén. Este año, empezaron a montarlo el día 21 de octubre y abrió sus puertas el 11 de diciembre. Un total de 8 semanas para poner cada detalle a punto.
Un trabajo que ha tenido y sigue teniendo muchos reconocimientos. Sin embargo, desde la organización aseguran que “los premios y las concesiones pasan a un segundo plano, también promovemos que venga gente de otras ciudades a pasar el día en Burgos, colaboramos con lo que tenemos para que la ciudad y la provincia sigan creciendo, y eso es lo que importa“.