¿Sabías que el plástico tiene una vida útil de unos 12 a 15 minutos? La mitad del plástico que utilizamos es de un sólo uso. Pese a su corta vida, tardan centenares de años en descomponerse.
Cierto es que gran parte de los plásticos que se venden son reciclables, pero en realidad son downcycled, es decir, un elemento de plástico sólo se puede reciclar en un producto de menor calidad, no en el mismo.
¿Qué podemos hacer para reducir el consumo de plástico?
Es muy difícil evitar el plástico en tu día a día, pero sí es posible reducir su consumo a través de pequeñas acciones y usando productos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
1.Utiliza productos ecofriendly
¿Cómo diferenciar un producto ecofriendly? Son aquellos que han sido elaborados y fabricados respetando el medio ambiente, poniendo foco en los beneficios para este, y en su posterior reciclaje.
Las principales características que tienen en común estos productos es que no son ni tóxicos, ni contaminan el medio ambiente; son reciclables, contribuyen al ahorro energético, redicen la huella de carbono y son biodegradables. A continuación, os vamos a mostrar algunos ejemplos que puedes implementar en tu día a día.
- Botellas reutilizables hechas con materiales reciclables y muy resistentes. Ideales para ir al gimnasio, para tener en la oficina, etc.
- Portabocadillos reutilizables para llevar en la mochila, sustituyentes al papel de aluminio.
- Jabones y champús artesanales en pastilla. Elaborados con productos naturales, además de reducir el plástico, te aportan una mayor hidratación a la piel y al cuero cabelludo.
2. Evita las cápsulas de café
Aunque hoy en día varias marcas ofrecen cápsulas de café reciclables, la mejor manera de reducir este consumo y su impacto ambiental es optar por la tradicional cafetera italiana.
La cafetera italiana, hecha de materiales duraderos como el acero inoxidable o el aluminio, permite preparar café de manera sencilla y sin generar desechos plásticos. Además, al usar café molido en lugar de cápsulas, se reduce el empaque innecesario y se pueden elegir granos de café de origen sostenible y justo, apoyando a los productores locales y promoviendo prácticas agrícolas responsables.
3. Haz la compra con métodos ecofriendly
En este apartado podemos destacar la compra a granel y la elección de productos empaquetados en cartón o vidrio. Ambas alternativas son correctas para reducir al máximo el consumo del plástico.
Cada vez es más fácil comprar caldos, cremas, o incluso leche, en botellas de cristal en lugar de tetrabrik. Estos materiales son más fáciles de reciclar, además que estarás evitando que el BPA u otras sustancias dañinas presentes en el plástico traspase a los alimentos. Como hemos mencionado antes, también puedes optar por comprar a granel en tiendas especializadas productos como el café, cereales, legumbres o azúcar.
4. Sustituye los pañales de tu bebé
Un pañal desechable de bebé puede tardar aproximadamente 400 años en descomponerse, lo que contribuye significativamente a la acumulación de residuos en los vertederos y al deterioro ambiental.
Por esta razón, es esencial considerar la sustitución de estos pañales con pañales de tela, que representan una opción mucho más sostenible. Los pañales de tela, a diferencia de los desechables, pueden ser lavados y reutilizados múltiples veces, lo que reduce drásticamente la cantidad de basura generada.
Además, los pañales de tela están hechos de materiales naturales y transpirables que son más suaves y menos propensos a causar irritaciones en la piel delicada del bebé. Aunque el costo inicial de los pañales de tela puede ser mayor, a largo plazo resultan ser más económicos debido a su durabilidad y reutilización.
5. El momento afeitado también puede ser sostenible
Para lograr un afeitado sostenible, una excelente opción es optar por una afeitadora metálica en la que se puedan cambiar las cuchillas en lugar de usar una afeitadora desechable de plástico.
Las afeitadoras desechables de plástico, aunque inicialmente parecen más económicas, generan un gran volumen de residuos plásticos que tardan cientos de años en degradarse, causando un impacto negativo significativo en el medio ambiente.
En cambio, las afeitadoras metálicas, aunque pueden tener un costo inicial más alto, son una inversión a largo plazo que resulta más amigable con el planeta. Al cambiar únicamente las cuchillas, se reduce considerablemente la cantidad de residuos generados. Además, las cuchillas metálicas suelen ser reciclables, lo que contribuye aún más a la sostenibilidad del afeitado.