¿Sabías que el plástico tiene una vida útil de unos 12 a 15 minutos? La mitad del plástico que utilizamos es de un sólo uso. Pese a su corta vida, tardan centenares de años en descomponerse.
Cierto es que gran parte de los plásticos que se venden son reciclables, pero en realidad son downcycled. Es decir, un elemento de plástico sólo se puede reciclar en un producto de menor calidad, no en el mismo.
¿Qué podemos hacer nosotros para reducir el plástico?
Es muy difícil evitar el plástico en tu día a día, pero SÍ es posible reducir su consumo a través de pequeñas acciones y usando productos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
5 consejos no tan habituales para reducir el consumo de plástico
Utiliza productos ecofriendly.
¿Cómo diferenciar un producto ecofriendly? Son aquellos que han sido elaborados y fabricados respetando el medio ambiente, poniendo foco en los beneficios para este, y en su posterior reciclaje.
Las principales características que tienen en común estos productos es que no son ni tóxicos, ni contaminan el medio ambiente; son reciclables, contribuyen al ahorro energético, redicen la huella de carbono y son biodegradables. A continuación, os vamos a mostrar algunos ejemplos que puedes implementar en tu día a día.
- Botellas reutilizables hechas con materiales reciclables y muy resistentes. Ideales para ir al gimnasio, para tener en la oficina, etc.
- Portabocadillos reutilizables para llevar en la mochila, sustituyentes al papel de aluminio.
- Jabones y champús artesanales en pastilla. Elaborados con productos naturales, además de reducir el plástico, te aportan una mayor hidratación a la piel y al cuero cabelludo.
Evita las cápsulas de café.
A pesar de que sean ya varias las marcas que comercializan cápsulas reciclables, es muy fácil reducir este consumo al completo gracias a la tradicional cafetera italiana.
Haz la compra con métodos ecofriendly.
En este apartado podemos destacar la compra a granel y la elección de productos empaquetados en cartón o vidrio. Ambas alternativas son correctas para reducir al máximo el consumo del plástico.
Cada vez es más fácil comprar caldos, cremas, o incluso leche, en botellas de cristal en lugar de tetrabrik. Estos materiales son más fáciles de reciclar, además que estarás evitando que el BPA u otras sustancias dañinas presentes en el plástico traspase a los alimentos. Como hemos mencionado antes, también puedes optar por comprar a granel en tiendas especializadas productos como el café, cereales, legumbres o azúcar.
Sustituye los pañales de tu bebé.
Un pañal de bebé puede tardar unos 400 años en descomponerse, por lo que esencial sustituirlo con un pañal de tela que puedes lavar y reutilizar varias veces.
El momento afeitado también puede ser sostenible
Elige una afeitadora metálica en la que se pueda cambiar las cuchillas frente a una desechable de plástico. A pesar de que económicamente sea más barata, el medio ambiente acaba pagando la diferencia.