La agricultura ecológica está en pleno crecimiento en Castilla y León y todo apunta a que esta progresión se incrementará a lo largo de la década. En el último año ha crecido un 18%. A finales del pasado año, Burgos contaba con 161 operadores y 7.434,69 hectáreas dedicadas a la producción ecológica; un 111,59% más que cuatro años atrás. Las principales razones para invertir en agricultura ecológica dejan patente el futuro de un modo de entender la agricultura y la producción alimentaria que está muy lejos de ser una simple moda.
En Fundación Caja Rural de Burgos apostamos por el presente y futuro de la agricultura por su importancia para la economía regional, la sostenibilidad y la salud del consumidor. En nuestro blog, te contamos las razones para invertir en agricultura ecológica.
Existe más demanda de productos ecológicos locales que oferta
Una mayor demanda de productos ecológicos locales es una razón de peso para el éxito del proyecto. La mayor conciencia social sobre los beneficios de una alimentación ecológica, sostenible y la preferencia por el consumo de productos de Km 0 precisan de un volumen de producción superior al actual.
Esto es algo que la actual situación sanitaria en el mundo va a potenciar.¿Por qué? Por el mayor interés de los ciudadanos de productos de calidad, saludables, sostenibles, cercanos y que ayuden a preservar la tierra. Así como debido a una mayor concienciación sobre la necesidad de apostar por un consumo que reactive la economía local.
La agricultura ecológica tiene un gran futuro
Según el estudio de Aeccoc Shopperview 2019 para el Gobierno de España el 45% de consumidores declara su intención de comprar productos ECO en 2020. Estos en un 78% consumen productos agrícolas directamente en forma de frutas, verduras y hortalizas. También lo hacen en productos transformados como el pan (66%), las verduras y legumbres congeladas o en conserva (43% y 40% respectivamente) o aceites y salsas (44%), entre otros.
Menor competencia en la agricultura ecológica
Pese al crecimiento de hectáreas dedicadas a la agricultura ecológica aún cuenta con poca competencia. Su valor añadido es evidente, como acabamos de señalar en el primer punto. A la hora de emprender en el medio rural o realizar una inversión en una explotación agraria propia la menor competencia en la agricultura ecológica es una cuestión muy relevante para la rentabilidad del proyecto.
Además, según el estudio anteriormente mencionado, solo un 28% de consumidores está satisfecho con el actual surtido de productos eco-bio. Esto supone que el 72% aún desean un surtido mayor, más variado y completo.
Apuesta por líneas de productos BIO y necesitan materia prima ecológica
El consumo de productos ecológico no está relegado a unas pocas marcas y productos. Cada vez son más las grandes compañías que apuestan por líneas de productos BIO o ECO que precisan comprar materia prima procedente de la ganadería y agricultura ecológica. Por ejemplo, en mayo se han cumplido dos años de la apertura de la línea BIO de Nestlé y, el pasado año, Unilever hizo algo semejante.
Estas grandes compañías alimentarias basan sus decisiones en potentes estudios de mercado e incluso utilizan nuevas tecnologías como el Big Data para rastrear las tendencias de consumo de los consumidores. Además, las pequeñas compañías y restaurante buscan nuevas líneas de negocio apostando por ofrecer productos ecológicos. Esto deja claro que la agricultura ecológica está muy bien valorada y va a ver incrementada su demanda a lo largo de los próximos años.