Los comportamientos ilícitos están presentes en todos los aspectos y situaciones de la vida diaria, y el mundo de la informática no es la excepción. Existen cada vez más delitos informáticos, conocidos también como ciberdelitos que se llevan a cabo en el espacio digital o internet.
Según datos proporcionados por el Instituto Tecnológico de Informática (ITI) se cifra que, en 2020, los ciberataques han aumentado en un 125% alcanzando un total de 40.000 diarios. Sí que es verdad que muchos de los casos son neutralizados por los sistemas de seguridad informática, pero en muchos otros, llegan a provocar graves perjuicios a las victimas.
Para evitar ser una de estas víctimas, es muy importante conocer cómo actúan y qué mecanismos emplean los encargados de estafar vía internet.
Vías más habituales de ser estafados
Como hemos comentado anteriormente, esa suma de casos diarios, hacen que los ciberdelitos sean los más frecuentes entre todo el resto de ataques. Por eso, desde Fundación Caja Rural y Cajaviva Caja Rural vamos a citar las vías más comunes por las que actúan y así poder prevenirlas lo máximo posible.
Tarjetas de crédito
La primera de ellas, y la más común, es a través de las tarjetas de crédito vinculadas a las cuentas bancarias de la víctima. Con ellas, los estafadores sustraen importes muy pequeños de dinero de forma continuada que pasan desapercibidos.
Correo Electrónico
A través de un correo electrónico en el que se suplanta la identidad de alguna empresa u organización. Estas notificaciones en la mayoría de los casos son tan reales que es inevitable caer. Es un método muy peligroso ya que, al aceptar esta notificación, los ciberdelincuentes activan un software que se introduce en el dispositivo y permite el acceso a los datos personales y cuentas.
Llamadas telefónicas
Las llamadas de teléfono son otro foco de delito muy recurrente por los delincuentes. Uno de los casos más frecuentes es aquel en el que una supuesta empresa de servicios informáticos detecta una brecha en la seguridad de los equipos personales de la víctima. Ahí es cuando se le ofrece un nuevo sistema y si se acepta la oferta, la víctima daría sus datos bancarios para realizar el pago instantáneamente. De esta manera los ciberdelincuentes ya tienen vía libre para hackear todo tipo de cuentas personales.
SMS
La cuarta forma más habitual es a través de los SMS. Si se hace caso al enlace que hay en dicha notificación, en simples pasos pueden conseguir todos los datos de la victima. Uno de los más comunes es un mensaje que parece proceder de una institución bancaria que alerta de movimientos fraudulentos en las cuentas bancarias.
Códigos QR
A través de códigos QR. Al escanear uno de estos códigos, la víctima es redirigida a una web que suplanta a la empresa original donde se le pide información confidencial. Esto no quiere decir que todos los códigos QR sean una estafa, sino los situados en ubicaciones fuera de nuestro interés o que parezcan modificados.
SIM Swapping
Y, por último, una de las estafas más peligrosas es el llamado SIM Swapping que consiste en que los delincuentes duplican el número de teléfono de la víctima para poder usurpar su identidad y así autenticar los movimientos fraudulentos de las cuentas. Por eso, evitemos dar nuestros datos personales (tan sólo con el DNI les es suficiente) y en caso de detectar algún movimiento raro, avisar rápidamente a nuestra compañía telefónica.
Hoy en día, cualquiera está expuesto a ser víctima de ciberataques y estafas online. Por eso, para poder evitar todos estos casos, ser desconfiado a la hora de dar nuestros datos personales y controlar muy bien nuestras cuentas bancarias son claves fundamentales. Además, cambiar regularmente las contraseñas de nuestras aplicaciones y mantener los ordenadores libres de virus ayudará mucho ante estos posibles ataques.